La II Cumbre de Autoconsumo promovida por UNEF puso de manifiesto el buen momento que vive el sector, pero también analizó sus principales retos. Entre ellos, los problemas de suministro, la falta de formación, el desconocimiento y la ausencia de un modelo único de tramitación.
La II Cumbre de Autoconsumo, organizada por UNEF, analizó ayer en Madrid la evolución y los principales retos del sector desde la perspectiva de diferentes agentes de la cadena de valor. En línea generales, durante la jornada se puso de manifiesto que el sector atraviesa un buen momento y que sus perspectivas a corto plazo son positivas, aunque todavía existen aspectos regulatorios y de tramitación por mejorar para agilizar los proyectos.
José Donoso, presidente de UNEF, abrió la cita con una intervención en la que destacó la “capacidad transformadora” del sector y su capilaridad: “Da trabajo desde grandes empresas al pequeño instalador que, a su vez, genera actividad a nivel local. Además, la fotovoltaica mejora la competitividad y reduce las emisiones”, recalcó.
Por otro lado, y pesar de que hace un mes el Gobierno estableció una reserva del 10 % de la capacidad de la red para la conexión de instalaciones de autoconsumo, Donoso mostró su “preocupación” por el retraso que supone aún este trámite y aludió a “la dificultad para asociarnos en este país” como el principal freno de las colectividades energéticas.
Asimismo, instó a avanzar “en un reparto cada vez más dinámico y realista” para fomentar el autoconsumo colectivo y destacó el “efecto demostración” de los proyectos que ya se están poniendo en marcha de la mano de los fondos públicos.
El presidente de UNEF, José Donoso, durante su intervención.
Los autónomos podrán acogerse a las ayudas
La secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, cogió el testigo y defendió que desde el Gobierno trabajan para “acelerar la transición energética”, una transformación, explicó, que tiene que “reducir nuestra dependencia energética y la factura de los consumidores”. “Tenemos que evitar generar nuevas dependencias en esta transición”, añadió.
Para ello, Aagesen abogó por una ley solar europea común y postuló a España para liderar ese proyecto. Además, anunció que el Gobierno está actualizando los objetivos del PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima) para 2023 y que trabaja para incluir a los autónomos como beneficiarios de los fondos europeos para el fomento de las energías renovables.
Asimismo, la secretaria de Estado de Energía explicó que el Ejecutivo destinará 500 millones de euros adicionales para autoconsumo (aún por articular) y 1.000 millones para reforzar toda la cadena de valor de las renovables.
Aagesen también apunto que, a día de hoy, se han recibido 75.000 solicitudes de proyectos de autoconsumo, que nueve comunidades han agotado su presupuesto inicial en este campo (ocho han solicitado ya ampliar el presupuesto) y otras cinco han hecho lo propio en el ámbito del almacenamiento de energía detrás del contador. Además, apuntó al desconocimiento como el principal freno de las comunidades energéticas.
La secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen.
Éxito de los fondos europeos
La primera mesa redonda, centrada en la gestión de los fondos Next Generation, dejó dos grandes conclusiones: por un lado, la excelente acogida de estas convocatorias, que están acelerando la decisión de apostar por el autoconsumo de particulares y empresas y, por otro, la falta de recursos de la administración (que se está empezando a solventar) para gestionar las miles de solicitudes que han recibido.
Y es que, por poner un ejemplo, el primer día que se abrió la convocatoria en la Comunidad de Murcia, la administración recibió solicitudes por valor de 34 millones de euros, cuando su presupuesto inicial era de 17,5 millones.
Principales barreras del autoconsumo
Según se expuso en la segunda mesa redonda, a día de hoy, los principales frenos del autoconsumo en España son los problemas de suministro de ciertos materiales, la falta de formación tanto a nivel interno de la administración como en el ámbito profesional (dificultad para encontrar instaladores cualificados) y el desconocimiento de la normativa, especialmente en ámbito municipal.
También se apunta desde el sector a la ausencia de un modelo único nacional para tramitar estos proyectos y a un sistema de comunicación/tramitación entre los diferentes agentes muy poco ágil que provoca que el proceso sea muy opaco para el usuario, que no sabe en qué punto se encuentra su proyecto.
Como soluciones, los agentes del sector propusieron simplificar y homogeneizar requisitos, que se definan unos criterios técnicos comunes a la hora de diseñar los proyectos y poner en marcha la figura de un gestor de autoconsumo que centralice todos los trámites, especialmente en el caso de las comunidades solares.
