Así se puso de manifiesto este miércoles en el V Congreso Nacional de las Energías Renovables, encuentro en el que también se destacó que, al ritmo actual, España no cumplirá los objetivos establecidos por el PNIEC. En lo que va de año, se han instalado 3.533 MW de potencia renovable, lejos de los 5.500 que habría que alcanzar para avanzar hacia las metas marcadas.
¿Qué papel juegan las energías renovables en el coste de la electricidad? ¿Cómo contribuyen al desplazamiento de la curva de precios? ¿Cuáles son las principales preocupaciones del sector? Estas son solo tres de las cuestiones a las que se dieron respuesta este miércoles en la primera jornada del V Congreso Nacional de las Energías Renovables, organizado por APPA, y que se celebra entre ayer y hoy.
Las renovables y el precio de la electricidad
“Las renovables afectan al precio, sí; colaboran en la competitividad de la economía española, por supuesto; nos hacen independientes de los vaivenes geopolíticos, también. Esta es la realidad que ya se puede observar hoy en día”.
Carmen Becerril, presidenta de OMEL y vicepresidenta de OMIE, pronunció estas palabras durante el coloquio inaugural del Congreso, denominado ‘El Liderazgo renovable en la transición energética’. En esta línea, Becerril puso de manifiesto que, en 2020, las tecnologías eólica, fotovoltaica y termosolar aportaron una producción constante de entre 6 y 8 teras mensuales, circunstancia que ya está provocando algunos efectos en el mercado eléctrico nacional.
Entre ellos, la producción renovable ha desplazado la hora de precio mínimo. En la Península, tradicionalmente, era las cinco de la madrugada; en 2021, la hora más barata es las cinco de la tarde. ¿Por qué? El incremento de la aportación fotovoltaica ha modificado la curva energética y, por tanto, los precios, explicó la vicepresidenta de OMIE. Pero hay más.
Tradicionalmente, las nueve de la noche era la hora a la que el precio de la electricidad registraba su máximo. Sin embargo, actualmente, la hora más cara es las nueve de la mañana como consecuencia, probablemente, de la generación eólica, aunque esta es una tendencia más acusada en otros territorios europeos, matizó Carmen Becerril.
Carmen Becerril (en el centro), durante su intervención. Fuente: APPA Renovables.
España, más competitiva que el resto de Europa
Los precios de la electricidad no dejan de encadenar máximos, impulsados por el precio del gas (en noviembre, el MWh se situó en los 84 euros, por los 14,25 del año pasado) y el coste de las emisiones de CO2 (en noviembre de 2020 cotizó a 27 euros/tonelada; el pasado día 30 alcanzó los 72 euros).
Y las perspectivas no son optimistas. Según las previsiones a plazo, el precio del MWh rondará los 246 euros durante los meses de diciembre, enero y febrero. Para el segundo y el tercer trimestre de 2022 se estima que el precio se mueva alrededor de los 140 o los 150 euros/MWh.
Sin embargo, las renovables abren una puerta a la esperanza. Los mercados a largo plazo apuntan que, a partir del año 2025, y si se avanza en la consecución de los objetivos del PNIEC, la curva de precios de España se desmarca de la del resto de países europeos. “El mercado a plazo avala que los precios de la energía eléctrica en España van a ser más competitivos que en el resto de Europa“, afirmó Carmen Becerril.
El avance de las renovables, más lento de lo previsto
Santiago Gómez, presidente de APPA Renovables, abrió el Congreso con una intervención en la que ofreció datos sobre el avance de las energías limpias en nuestro país. Según expuso, en lo que va de año, se han instalado 2.185 MW fotovoltaicos, 850 MW de autoconsumo, 532 MW de generación eólica y 15 MW de otras fuentes renovables. En total, 3.533 MW, lejos de los 5.500 que serían necesarios para sumar los 60 GW renovables que fija el PNIEC de aquí a 2030.
“Nos preocupan los retrasos administrativos en la tramitación de proyectos. Parece que esto puede marcar la velocidad de crecimiento y la puesta en marcha de los nuevos proyectos”, afirmó Santiago Gómez. En la misma línea, Felipe Torroba, CEO de la división de Energía de ENCE Energía, explicó durante el coloquio inaugural que “las tramitaciones van más lento de lo que nos gustaría. Hay liquidez y capacidad de financiación, falta poder construir los proyectos más rápido“, aseguró.
Por su parte, Arantza Ezpeleta, directora general de Finanzas y Sostenibilidad de Acciona Energía, insistió en la necesidad de “desatascar los procesos de tramitación”, pero también en la importancia de contar con un margo regulatorio estable y predecible, que ofrezca seguridad a los inversores. “Necesitamos medidas más contundentes, que aseguren que los proyectos se materializan”, recalcó.
Otras preocupaciones del sector
Durante la apertura del encuentro, el presidente de APPA Renovables también hizo alusión a otros asuntos que preocupan al sector. Entre ellos, los “cantos de sirena” que quieren disfrazar las inversiones en gas natural y centrales nucleares como inversiones ‘limpias’ o los “ataques interesados” a las renovables, a las que tildan de caras o intermitentes.
Carlos Moro, de Vector Renewables, puso sobre la mesa durante el coloquio otra preocupación que ha ganado peso en los últimos meses. “Han surgido ciertos movimientos que reaccionan de forma negativa ante el desarrollo de proyectos renovables”, afirmó. “Por ello, el proyecto tiene que tener una relación clara y directa con el entorno en el que está. Probablemente, ha habido proyectos que se han desarrollado sin tener en cuenta esto, pero hay que concienciarse de que es un punto crítico”, subrayó.
Para terminar, la vicepresidenta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, intervino en el Congreso a través de un vídeo en el que expuso los desafíos a los que todavía tiene que hacer frente el sector de las energías renovables.
“Estamos asistiendo a los últimos coletazos de un modelo energético antiguo. Todavía tenemos que convivir con el gas natural durante mucho tiempo, pero debemos acompañar la salida del mercado de estos combustibles fósiles que generan volatilidad. El sector renovable todavía tiene algunos desafíos pendientes: la integración en los pueblos, en nuestras pequeñas actividades, la coexistencia con otras actividades y la participación de los ciudadanos que, hoy por hoy, ven con recelo el despliegue de estos proyectos en sus territorios”, explicó Ribera.