Este tipo de consumo eléctrico ‘inconsciente’ incrementa la factura un 10,7 %, alrededor de 50 euros al año, según datos del IDAE. Manuel Cabrera, director Técnico de APIEM, ofrece una serie de recomendaciones para minimizar la pérdida de energía y reducir el recibo de la luz.
Con el precio de la electricidad marcando un nuevo máximo histórico este miércoles, 172,78 euros/MWh (18 euros más que el anterior récord), cualquier medida para reducir la factura eléctrica es bien recibida. Pues bien, en esta ocasión, ponemos el foco en la ‘electricidad zombi‘.
Mediante este calificativo se conoce a la energía que se pierde cuando el usuario tiene un buen número de aparatos eléctricos conectados. Estos, aunque no estén en funcionamiento, tienen un pequeño consumo interno que, según datos del IDAE de los que se ha hecho eco APIEM, pueden incrementar el consumo energético un 10,7 %, o lo que es lo mismo, alrededor de 50 euros al año.
Además, subrayan desde APIEM, también se pueden producir pequeñas derivaciones de energía a tierra que contribuyen a incrementar el recibo eléctrico.
“Esta energía, conocida como ‘Electricidad Zombie’ no la estamos utilizando, se pierde, pero sí está siendo registrada en nuestro contador y, por lo tanto, se nos va a cobrar”, explica Manuel Cabrera, director Técnico de APIEM.
“Una forma de acabar con ella -continúa- es desenchufar los aparatos que puedan ser desenchufados y no dejarlos en modo stand by. Nos referimos a la cafetera, el ordenador, la impresora, etc. Es decir, los pequeños electrodomésticos, pero también, aunque con un consumo mínimo, aquellas lámparas y cargadores de móvil que dejamos enchufados ‘in eternum‘ o a la electrónica que puede estar consumiendo (la tele, el home cinema, el aire acondicionado, el decodificador de la TDT, el DVD y las videoconsolas)”.
“En el caso de la lavadora, el horno o el lavavajillas, tendríamos que bajar el automático del cuadro eléctrico destinado a estos aparatos. Lo que no se debe desenchufar es el frigorífico o el router, por seguridad”, recalca el director Técnico de APIEM.
La cuestión es, ¿cómo medir la ‘electricidad zombi’ de la vivienda? Responde Manuel Cabrera: “Un instalador eléctrico autorizado, con unas pinzas amperimétricas, puede calcular de forma rápida y sencilla cuánto es el consumo de la ‘electricidad zombie’ en nuestros hogares y hacernos también el cálculo de la energía que estamos perdiendo y pagando”, agrega Cabrera.
Revisión de los diferenciales
Otro de los consejos de APIEM se centra en este ámbito. La asociación de instaladores madrileña recomienda realizar revisiones eléctricas periódicas de la mano de profesionales habilitados para comprobar si el diferencial cumple con su función de detectar las derivaciones de energía.
En el caso de haberlas y de que la suma de todas ellas sobrepase los 30 miliamperios, este debe de saltar y dejar sin electricidad a la casa, para evitar cortocircuitos e incendios y, por tanto, aumentar la seguridad de la vivienda” explica Cabrera.