El nuevo sistema entró en vigor el pasado 1 de septiembre. Una veintena de asociaciones, entre ellas Ambilamp y Ecolum, solicitan que se retrase la aplicación obligatoria de este procedimiento electrónico hasta que se subsanen los errores que amenazan con paralizar al sector de los residuos.
Desde el pasado 1 de septiembre es obligatorio emplear la plataforma telemática eSIR para tramitar la gestión de los residuos de diferentes sectores, entre ellos los de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE). El objetivo de este procedimiento es mejorar la trazabilidad de los residuos desde sus puntos de generación hasta los de tratamiento para asegurar la gestión más adecuada a sus características.
Sin embargo, los problemas que presenta la plataforma han llevado a veinte organizaciones de diferentes sectores productivos, entre ellas Ambilamp y Ecolum, a solicitar al Ministerio de Transición Ecológica la suspensión temporal del sistema eSIR.
Estas entidades alertan de que los problemas del sistema pueden paralizar las recogidas de residuos, de hecho, la plataforma actual no permite tramitar RAEE, y piden que se retrase su aplicación obligatoria al 1 de enero de 2022 para que se puedan subsanar las dificultades.
Principales problemas de eSIR
En primer lugar, las 20 organizaciones que han firmado el escrito apuntan que los tiempos de tramitación actuales son excesivos. Según explican, frente a las estimaciones que se hicieron cuando se anunció este nuevo sistema, que preveían emplear menos de cinco minutos por cada documento que se tramitara, actualmente se está llegando a emplear incluso una hora por documento. Esto hace inviable la tramitación, teniendo en cuenta que hay empresas que tienen que gestionar alrededor de 1.000 documentos diarios.
En segundo lugar, el estado de actualización de la base de datos que utiliza la aplicación, el Registro de Gestores y Productores de Residuos (RGPR), “es insuficiente y presenta faltas y errores”, señalan desde estas entidades. Esta actualización, añaden, es responsabilidad e las comunidades autónomas y debería de ser constante. Además, y tal y como ya se ha mencionado, a día de hoy la plataforma no permite tramitar residuos de aparatos eléctricos y electrónicos.
Consecuencias
La paralización del sector de la gestión de residuos podría conllevar diferentes consecuencias. En primer lugar, dificultades de almacenamiento, por ejemplo, de fluorescentes, pilas y otros RAEE por falta de espacio en comercios y empresas del ámbito industrial. Esto, a su vez, podría tener repercusiones negativas en la salud de las personas y en el medio ambiente, pues estos elementos contienen materiales potencialmente peligrosos.
Por otro lado, la industria de los residuos es un sector importante en nuestro país y este escenario de paralización podría derivar, también, en la presentación de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), advierten desde las asociaciones.