La instalación de sistemas de energías renovables, incluyendo el autoconsumo, constituye una de las once líneas de actuación que forman parte del Macroproyecto Tractor sobre la rehabilitación de las instalaciones en edificios que está impulsando AFME junto con otras 23 organizaciones sectoriales.
El objetivo, como en el resto de líneas de trabajo, es aprovechar la oportunidad que se deriva de las inversiones de 70.000 millones de euros procedentes de los fondos europeos Next Generation EU. En este sentido, se estima que las inversiones en renovables podrían generar un cambio a un modelo energético descarbonizado que permitiría la creación anual de unos 120.000 empleos indirectos, según la evaluación del PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima PNIEC 2021-2030).
Autoconsumo y desarrollo local
Tal como destaca la Asociación de Fabricantes de Material Eléctrico, “las energías renovables y el desarrollo local deben ir indisolublemente unidas y deben convertirse en una herramienta para luchar contra la despoblación“. En este ámbito jugarán un papel esencial las instalaciones de autoconsumo y, sobre todo, la de solar fotovoltaica, que, a través de modelos de uso compartido, abre la puerta a nuevas iniciativas como las comunidades energéticas locales para la expansión en el mayor número de municipios posibles.
Además, este tipo de instalaciones de renovables originarán un aumento de la actividad empresarial a nivel local a través del colectivo de las empresas instaladoras, distribuidores y fabricantes. En el caso de las empresas instaladoras, se trata de un segmento intensivo en empleabilidad, dado que está formado por millares de empresas del que dependen muchas familias. Del mismo modo, estas inversiones están vinculadas a cadenas de suministro a menudo locales, aportando valor a largo plazo a las propiedades y mejorando las condiciones de vida de los ciudadanos.
El autoconsumo fotovoltaico, asimismo, otorga un rol más importante al consumidor, que deja de ser un sujeto pasivo en el sistema eléctrico para convertirse en un actor activo, el denominado “Prosumidor”, que se implica de manera más proactiva en la gestión de su consumo eléctrico y contribuye al cambio de modelo.
Objetivo: 1 millón de instalaciones
El año 2020 se cerró con más de 600 MW de autoconsumo instalados y las previsiones hacia finales de 2021 apuntan a un año todavía mejor, resaltan desde AFME. Segmentos como el autoconsumo industrial o el comercial seguirán creciendo, pero la Asociación destaca que las expectativas son aún mejores en viviendas con instalaciones por debajo de 15 kW. “Toda la cadena de valor del sector está preparada para cubrir la creciente demandada de este tipo de proyectos de pequeño tamaño”.
España cuenta con más de 3.000 horas de sol al año y se calcula que se llevarán a cabo más de 300.000 nuevas instalaciones en viviendas para los próximos tres años. Pero se necesitan nuevos impulsos para alcanzar al menos 1 millón de instalaciones, de acuerdo con los objetivos contemplados en el PNIEC 2021-2030.
Queda patente con estas cifras que el potencial es enorme ya que todavía estamos muy lejos de alcanzar a países con unas condiciones climáticas mucho menos favorables que España, como son Alemania o Reino Unido, donde tienen 1.500.000 y 850.000 instalaciones registradas, respectivamente.
