Las averías más habituales están relacionadas con fallos en la instalación, falta de mantenimiento o agentes externos, según una guía que ha realizado Dankesol, una empresa sevillana especializada en el sector de las renovables.
Según las últimas estimaciones, al menos el 30% de las instalaciones solares que dejaban de funcionar o sufrían averías graves contaban con un mantenimiento escaso o inexistente. A pesar de ello, en la última actualización del Código Técnico de la Edificación (CTE), las medidas de obligatorio cumplimiento sobre el mantenimiento de la instalación no han sido reforzadas.
En este contexto, Dankesol, una empresa sevillana especializada en el sector de las renovables, ha elaborado la guía ‘Averías más comunes en tu instalación solar térmica’. Esta publicación apunta que los problemas más frecuentes están relacionados con una incorrecta instalación, una falta de mantenimiento y su deterioro por agentes externos, factores que, en la mayoría de los casos, pueden extrapolarse a las instalaciones de autoconsumo fotovoltaico.
Principales problemas
“En multitud de ocasiones, las averías de una instalación solar térmica derivan de su incorrecta instalación. En Dankesol nos hemos encontrado todo tipo de situaciones, desde una ubicación e inclinación incorrectas, un cálculo inexacto de los parámetros de la centralita de control, un error en el cálculo de la presión, hasta una mala elección de los componentes“, explican desde la compañía andaluza.
El mantenimiento también juega un papel clave a la hora de sacar el máximo rendimiento a la instalación de autoconsumo. “El poco mantenimiento y la relajación del usuario con el paso del tiempo es otra de las causas. Hay que estar atentos y revisar posibles cambios en los componentes, tanto en las placas como el circuito o el acumulador térmico”, argumentan desde Dankesol.
“El mantenimiento preventivo -continúan fuentes de la compañía sevillana- es determinante para prevenir cualquier avería, ya que nos permite detectar a tiempo averías antes de que sean más graves”.
En este sentido, desde la organización señalan que siempre existen indicadores que alertan del deterioro de la instalación: deslaminación, decoloración, quemaduras, cableado suelo, desplazamiento de la placa, sobrecalentamiento de los paneles…
Por último, no hay que olvidar que los módulos solares térmicos están expuestos a las inclemencias meteorológicas, por lo que los agentes externos también influyen en el rendimiento de la instalación. “Las tormentas, las fuertes lluvias, el granizo y las vibraciones de los rayos pueden causar daños importantes en los módulos solares. No es complicado encontrar mordeduras, ramas o baba de caracol que provocan averías”, advierten desde Dankesol.
Desde la empresa sevillana recogen, además, otros problemas que afectan al circuito de la energía solar térmica y al acumulador térmico, y subrayan que este tipo de instalaciones solares tienen una vida útil que ronda los 25 años siempre y cuando cuenten con un mantenimiento apropiado.
Gracias por el articulo esta estupendo![""]("https://cdecomunicacion.es/media/com_komento/images/icons/emoji/happy.png")
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