“La tecnología para lograr el hogar conectado ya existe, lo que nos queda por conseguir es la integración de fabricantes y sistemas. Ningún proveedor puede tener la gama completa de todos los dispositivos necesarios para la vivienda inteligente, por lo que cada fabricante tiene que asumir que tiene que integrar o ser integrado. Porque, si no, le estamos trasladando el problema al cliente final, que se ve obligado a utilizar varias aplicaciones para controlar sus dispositivos”.
Este es uno de los mensajes más importantes que se desprendió de la jornada ‘Acercar el hogar conectado al instalador’, organizada por las áreas de Material Eléctrico y Climatización y Confort de ‘C de Comunicación’. La cita estuvo patrocinada por la start-up Hobeen y contó con la participación de una docena de representantes y directivos de fabricantes y asociaciones de instaladores.
Los ponentes coincidieron en señalar la ausencia de una plataforma que aúne a dispositivos y fabricantes como una de las principales barreras que dificultan el despegue del hogar conectado en nuestro país. Precisamente, en este sentido trabaja Hobeen, pues ofrece la integración de diferentes dispositivos y fabricantes bajo una misma plataforma. Pero hay otras barreras que ralentizan el desarrollo del hogar conectado.
La formación y la información, fundamentales
Los participantes apuntaron a la formación y la comunicación como elementos imprescindibles para la popularización de la vivienda inteligente. En primer lugar, es vital que el instalador esté formado tanto a nivel técnico como comercial. Esto no quiere decir que actualmente no tengan una buena formación y no sean especialistas -apuntaron los participantes- sino que la tecnología avanza muy rápido y el profesional tiene actualizarse continuamente, porque, al fin y al cabo, es el prescriptor principal de este tipo de soluciones.
Imprescindible es, también, la labor de información y comunicación que toda la cadena de valor tiene que realizar con el usuario final, para que este conozca el amplio abanico de soluciones que ofrece el mercado y los beneficios tangibles que le aportan estos dispositivos, no solo desde la perspectiva de la comodidad, sino, y especialmente, desde el punto de vista del ahorro energético.
En este sentido, fabricantes y asociaciones señalaron que a la simplificación de la conexión hay que añadir la simplificación de la información que obtiene el usuario final. El sector tiene que ser capaz de “hacer fácil el dato energético”, de transformar el ahorro energético en euros, para que el cliente tenga una percepción más directa sobre los beneficios reales que le aporta el hogar conectado.
Por otro lado, otro de los factores que dificulta el desarrollo del hogar inteligente es el gasto que supone. Y es que, aunque los dispositivos inteligentes ya son asequibles para la mayoría de usuarios, adaptar el hogar a la vivienda inteligente supone “pedir más dinero al usuario final”. Aquí juega un papel fundamental, de nuevo, la comunicación.
“Tenemos que dar argumentos al usuario final para que realice esta inversión. Hay que transmitirle que no es un gasto, sino un ahorro, porque va a conseguir una eficiencia energética demostrable. Tenemos que generar en el usuario la necesidad de esa conexión, para que ese gasto se convierta en una satisfacción”. Son algunas de las ideas que se plantearon durante la jornada para sortear esta barrera relacionada con la inversión económica.
Cabe recordar que en la jornada participaron fabricantes como Ariston, Legrand, LG, Siemens y Schneider Electric, además de representantes de asociaciones del colectivo instalador como ANERR, APEME, APIEM, ASEIF, FEGiCAT e INSTAGI.
En la próxima newsletter ofreceremos la tercera y última entrega de las conclusiones de la jornada. Además, podrán informarse a través de un reportaje más extenso que se publicará en el próximo número de Cuadernos de Material Eléctrico. Por último, pueden realizar sus comentarios en las redes sociales utilizando el hashtag #HogarConectadoDebate.
