Pere Soria, responsable del área de Desarrollo de Negocio de Circutor reflexiona sobre las posibilidades y limitaciones del autoconsumo solar. Rescatamos los pros y los (pocos) contras de este tipo de generación eléctrica que está llamada a ser uno de los ejes de la recuperación económica.
El autoconsumo fotovoltaico ya es uno de los motores de la actividad del sector eléctrico. Pero este es solo el comienzo. Desde Circutor, Pere Soria, responsable de Desarrollo de Negocio de la compañía, se muestra convencido de que el autoconsumo, junto a la recarga del vehículo eléctrico, será uno de los ejes principales de la recuperación económica tras la pandemia.
Y es que, desde 2014, la potencia solar fotovoltaica para autoconsumo instalada en los tejados de viviendas, edificios comerciales e industrias de nuestro país es mayor que la de un gran reactor como los que todavía hoy existen en España.
Además, subraya el responsable de Desarrollo de Negocio de Circutor, la previsión es que cada año se instalen nuevos sistemas de autogeneración, de tal forma que la potencia solar fotovoltaica en autoconsumo acumulada se igualará con la potencia nuclear hacia el año 2025, cuando está previsto que se proceda al desmantelamiento de estos reactores, que cederán el testigo de la generación eléctrica a las energías renovables.
Razones del crecimiento del autoconsumo fotovoltaico
Pere Soria destaca tres pilares sobre los que se asienta el crecimiento de este tipo de autogeneración: “En primer lugar -señala-, se ha alcanzado una madurez tecnológica que ha permitido que los costes de instalación se reduzcan a niveles que hacen que gran parte de la población pueda optar por invertir en su tejado, ya que esta es una de las inversiones más rentables tanto para particulares como para empresas”.
En segundo lugar, apunta el responsable de Circutor, la legislación aprobada a finales del año 2018, y sobre todo en la primavera de 2019, con la aprobación del Real Decreto 244, ha jugado un papel fundamental, puesto que reguló e impulsó el autoconsumo haciéndolo factible en múltiples configuraciones que se adaptan a la mayoría de las situaciones.
Por último, el giro de las políticas estatales y comunitarias, orientadas decididamente hacia la transición ecológica, han contribuido a aumentar la concienciación social. La idea de que el cambio climático es el principal problema de nuestra sociedad, ya ha empezado a calar entre los ciudadanos.
¿Cuáles son los límites de la generación solar?
La burocracia, el desconocimiento y la falta de espacio son las principales limitaciones a las que se enfrenta este tipo de generación eléctrica. Sin embargo, poco a poco se van dando pasos para acabar con ellos o, al menos, minimizarlos, por ejemplo, a través de la supresión de la licencia de obras, medida que ya han tomado nueve comunidades autónomas españolas.
En cuanto a los problemas de espacio para implantar los módulos fotovoltaicos, Pere Soria ofrece diversas alternativas, por ejemplo, zonas de aparcamiento al aire libre que permiten la instalación de pérgolas fotovoltaicas. Estas se convierten, además, en el complemento ideal para los vehículos eléctricos, que pueden ser recargados con energía de producción local sin pérdidas de transmisión ni emisión alguna.
Otra fórmula para minimizar los problemas de espacio, expone Soria, es la posibilidad de instalar plantas fotovoltaicas sobre suelo anexas o próximas a los edificios, especialmente en polígonos industriales y pequeños núcleos de población, lo que favorecería la creación de comunidades energéticas.
