Alfredo Berges, sobre el PREE: “Me hubiera gustado que se duplicase la subvención destinada a iluminación”

El presidente de Anfalum reconoce los esfuerzos del IDAE y valora positivamente que se incluya al sector de la iluminación en el Programa de Rehabilitación de Edificios. Además, propone nueve etapas para optimizar los recursos del plan destinados al sector.
Por Pablo García
Alfredo Berges, presidente de Anfalum.
Alfredo Berges, presidente de Anfalum.
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El 97 % de los edificios de Europa tienen que ser renovados. En España, la ratio actual de renovación de inmuebles oscila entre el 0,4 y 1,2 % del parque inmobiliario al año, muy lejos del 3 % anual que exigen las políticas europeas (Green Deal) para alcanzar la neutralidad de carbono en el año 2050. Además, el 30 % de la energía total consumida por nuestro país corresponde al parque de edificios.

Ante estos datos, el Programa de Rehabilitación de Edificios (PREE) parece una medida “muy necesaria, adecuada y lógica”, tal y como la califica Alfredo Berges, presidente de Anfalum, en declaraciones al Área de Material Eléctrico de ‘C de Comunicación’.

El PREE es un programa promovido por el Gobierno dotado con 300 millones de euros para llevar a cabo actuaciones de rehabilitación energética y disminución de emisiones en el parque inmobiliario nacional, y en el que se incluye la iluminación como uno de los elementos clave.

Valoración “positiva”, aunque con matices

Alfredo Berges valora “positivamente” la inclusión del sector de la iluminación en el Programa de Rehabilitación de Edificios, aunque añade: “Me hubiera gustado que se hubiera duplicado el porcentaje de subvención destinado a iluminación” A pesar de ello, el presidente de Anfalum también hace una valoración positiva del apoyo que ha recibido el sector por parte del IDAE y reconoce que “si no han hecho más es porque no hay más recursos”.

Una vez presentado el plan, y conocida la dotación, “lo que nos preocupa es el contenido, cómo se va a implementar el programa“, señala Alfredo Berges, quien aboga por desarrollar un plan integral: “La rehabilitación de un edificio no se puede afrontar como algo en lo que la iluminación sea un aspecto singular, sino que hay que darle un enfoque holístico al tema. Hay que desarrollar un proyecto integral“, concluye.

En este sentido, Berges aboga por aprovechar “todas las combinaciones posibles para hacer planes coordinados con otros tipos de actuación”. De lo contrario, subraya el presidente de La Asociación Española de Fabricantes de Iluminación, “si solo vamos a la mejora de las instalaciones de iluminación, lo destinado al sector rondará el 15% de los recursos“.

Nueve etapas para desarrollar el PREE

Alfredo Berges propone nueve fases para un desarrollo óptimo del Programa de Rehabilitación de Edificios:

1- En primer lugar, aboga por realizar una evaluación sectorizada del parque inmobiliario sobre el que actuar.

2- Posteriormente, Berges defiende que se deben establecer unos sectores prioritarios. El presidente de Anfalum cree que, en primer lugar, habría que centrarse en edificios no residenciales (oficinas, industria, colegios, universidades, hospitales, residencias, retail…) para contribuir a “reindustrializar España”, puesto que actualmente la industria supone un 11% del PIB nacional, “cuando debería de estar en un 20%”. En segundo lugar, los edificios públicos que pertenecen a la administración también deberían ser de “especial interés”.

3- Especificar unas etapas de renovación. Dada la situación de crisis sanitaria y económica actual, determinar una serie de etapas ayudaría a continuar con la renovación más adelante, cuando las posibilidades económicas permitan acometer una nueva fase del proyecto de renovación.

4- En cuarto lugar, Alfredo Berges considera “esencial establecer la especificación del producto basado en normativa y verificar la calidad del mismo. No vale la pena tener una gran instalación si tenemos unos componentes (luminarias, sensores, etc.) que no cumplen las prestaciones para las que se ha desarrollado el proyecto”.

5- Fijar unos criterios de selección de proveedores, ya que “no todo el mundo es capaz de garantizar la calidad del producto”.

6- Seguimiento del proyecto: “No basta con hacer un gran diseño si luego no vigilamos cómo se ha realizado la instalación y qué productos se han colocado”, señala el presidente de Anfalum, que se muestra muy preocupado por la calidad. “Tenemos que consolidarnos como un mercado de calidad para luchar contra la competencia desleal”, asegura en esta línea Alfredo Berges.

7- El séptimo paso consiste en verificar el resultado en cuanto a la consecución de objetivos, es decir, si el resultado se corresponde con lo planteado al inicio del proyecto.

8- Berges aboga, también, por crear una base de datos de los proyectos para facilitar el mantenimiento de las instalaciones y las mejoras futuras de la infraestructura.

9- Por último, el presidente de Anfalum cree que es necesario elaborar una lista de casos de éxito, “premiar al que lo ha hecho bien”. Esta lista recopilaría proyectos de referencia para aquellas actuaciones que se realicen posteriormente.

El impacto del COVID-19 en Anfalum

Por otra parte, las empresas integradas en la Asociación Española de Fabricantes de Iluminación facturaron el pasado año 1.350 millones de euros. Pues bien, su presidente, Alfredo Berges, estima que a finales de año la caída del negocio será de entre un 15 y un 30 % en función de los diferentes escenarios planteados y la evolución de la pandemia.

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