Según la multinacional, la fábrica de Aoiz "no es competitiva", por lo que ha puesto en marcha un ERE para sus 239 empleados.
Siemens Gamesa cerrará su planta de Aoiz (Navarra), especializada en aerogeneradores pequeños, “porque no es competitiva“. La compañía, en declaraciones a ‘Cuadernos de Material Eléctrico‘, reitera lo que anunció ayer, tras el cierre de los mercados, en un comunicado: se podrá en marcha un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) “para un máximo de 239 empleados“, es decir, para la totalidad de los trabajadores de la fábrica.
Sin embargo, este ERE se ha planteado sin informar previamente a los representantes de los trabajadores, según confirman desde la propia compañía, que en su comunicado ya informaba de que las negociaciones “comenzarán previsiblemente en los próximos días“, con la presión añadida para los sindicatos de tener ya el ERE sobre la mesa.
Aseguran desde Siemens Gamesa, en concreto su director ejecutivo Onshore, Alfonso Faubel, que harán “todo lo que esté” a su “alcance para ayudar a las personas afectadas“. Esto se traduciría, según las fuentes de la compañía consultadas por este medio, en que se podría valorar la posibilidad de recolocar a los trabajadores afectados.
Pero, aparte de que ya se ha planteado el ERE, se da la circunstancia de que “la mayor parte de los trabajadores afectados son operarios de fábrica y no podrían ser recolocados en el centro mundial de ingeniería para el desarrollo y validación de tecnologías onshore que la multinacional tiene en la comunidad foral”, aseguran fuentes de la empresa.
La multinacional no se ha planteado la reconversión de la fábrica
Según Siemens Gamesa, la decisión de cerrar la planta de Aoiz “no está directamente relacionada con la crisis del COVID-19“, aunque subrayan que “los efectos de la pandemia en las operaciones y la actividad comercial de Siemens Gamesa han acentuado la necesidad de actuar”.
El motivo aludido por Siemens Gamesa para llevar a cabo el ERE es que la fábrica de Navarra, especializada en el modelo SG 3.4-132, con un rotor de 132 metros, “no es competitiva para producir las enormes palas” de la nueva generación de turbinas terrestres por las que va a apostar la multinacional “para incrementar la competitividad del negocio onshore y garantizar el éxito de la compañía”, explican en su comunicado.
Además, el hecho de que la fábrica de Aoiz suponga un alto coste para la multinacional (en estos momentos “produce más gastos que beneficios”, según las fuentes de la empresa consultadas) y que está ubicada a más de 200 kilómetros del puerto más cercano (lo cual dificulta el transporte de las palas de mayor tamaño, por lo que ni siquiera se ha planteado la reconversión de la planta) “hacen inviable su competitividad para la exportación”, concluye Siemens Gamesa.
