UNEF (Unión Española Fotovoltaica) reclama la reducción del término fijo de potencia en el recibo de la luz para enviar señales correctas al consumidor que incentiven la eficiencia energética, el autoconsumo y el vehículo eléctrico. Esta asociación ha elaborado un informe al respecto.
En los próximos meses en España se llevará a cabo la reforma de la estructura tarifaria de la factura eléctrica, que se espera que esté implementada para 2020. En este contexto, UNEF (Unión Española Fotovoltaica) demanda la reducción del término fijo de potencia en el recibo de la luz para enviar señales correctas al consumidor, lo que permitiría incentivar el autoconsumo, la eficiencia energética y el desarrollo del vehículo eléctrico.
Esta asociación ha elaborado un informe que analiza esta situación. UNEF detalla que las sucesivas subidas del término de potencia que se produjeron en España entre los años 2012 y 2015 crearon una anomalía, que constituye una excepción a nivel internacional: el peso de la parte fija de la factura en España (40 %) es casi el doble que la media de los países que UNEF ha analizado en su comparativa internacional.
Este incremento del término fijo respondía a un doble objetivo: recaudatorio, que trataba de aumentar los ingresos del sistema para disminuir el déficit de tarifa –que no se consiguió– y de política energética, que perseguía frenar el desarrollo del autoconsumo, al que se consideraba .
Contexto actual distinto
Actualmente, España se encuentra en unas circunstancias completamente diferentes, ya que el autoconsumo se ha reconocido como uno de los pilares de la transición energética en la Directiva de Energías Renovables y en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), presentado en la pasada legislatura.
Además, “es un elemento innovador que permite la creación de comunidades energéticas, la gestión inteligente de la demanda y la creación de ciudades inteligentes donde el ciudadano está en el centro del modelo energético”, ponen de relieve en UNEF.
Efectos negativos de un término de potencia alto
UNEF cree que la revisión de la metodología tarifaria, que se está realizando este año, debe considerar los elementos de política energética necesarios para la transición para que se incentive su implementación. En su opinión, un elevado peso del término fijo reduce el ahorro económico que implica el ahorro energético; si el consumidor no observa que su factura depende tanto del consumo, tiende a incrementarlo, aumentando la demanda máxima del sistema, que se alejaría del óptimo económico.
Además, con esta tarifa, los consumidores en situación de pobreza energética destinan una mayor proporción de su factura a sufragar los costes del sistema y los esfuerzos que realicen para reducir su consumo todo lo posible no se traduce en un ahorro significativo en su recibo.
Un aumento de la parte fija de la factura desincentiva la instalación de autoconsumo, ya que las subidas en el término de potencia alargan los plazos de amortización de este tipo de instalaciones. Así, cuanto menor sea el término de potencia y mayor el de energía, mayores serán los ahorros económicos de la instalación y, por tanto, mayores probabilidades de implantación del autoconsumo.
Por otro lado, la tarifa actual dificulta el desarrollo de la infraestructura de carga del vehículo eléctrico, creando una barrera de entrada a su introducción, ya que una tarifa con un alto término de potencia no se adapta al perfil de uso de la red que realizan las estaciones de recarga del vehículo eléctrico. Esteo se debe a que este tipo de instalaciones consumen una gran cantidad de energía en periodos cortos de tiempo, por lo que requieren potencias contratadas elevadas, quedando ociosas el resto del tiempo.
Como conclusión, “desde UNEF entendemos que, como resultado de la revisión tarifaria, debería reducirse el término de potencia y aumentar el de energía para que el reparto entre las partes fija y variable de la factura eléctrica se situase alrededor de 25 % – 75 %, respectivamente, para un consumidor medio”.