Este objetivo implica actuaciones decididas para la implantación de renovables en usos térmicos y transporte a nivel nacional.
El pasado 13 de noviembre el Parlamento Europeo aprobó, con 495 votos a favor, -el 79 % de los emitidos- la Directiva Europea Renovable (REDII), que fija en el 32 % el porcentaje de renovables en el mix energético europeo para el año 2030.
Este apoyo casi unánime, tal y como comenta APPA Renovables, plantea una nueva etapa para el desarrollo de las energías renovables en la Unión Europea, a falta únicamente de ser aprobado por el Consejo Europeo. Asimismo, el Parlamento Europeo también ha dado luz verde a la Directiva de Eficiencia Energética (EED), aprobada también por una amplia mayoría (434 votos).
Objetivos de cara a 2030
Estas aprobaciones en la sesión plenaria del Parlamento Europeo marcan, en palabras de APPA Renovables, diversos objetivos de cara a 2030:
- Objetivo vinculante común europeo del 32 % en el uso de energías renovables para 2030, revisable solo al alza en 2023 en caso de reducción sustancial de los costes de producción renovable, por acuerdos internacionales contra el cambio climático o por una reducción significativa del consumo energético.
- Consagración del derecho al autoconsumo al permitir producir, consumir, almacenar y vender el excedente de energía producida.
- Aumenta la seguridad jurídica al recomendar planificación, predictibilidad y estabilidad y evitar cambios retroactivos.
- Simplificación de trámites administrativos.
- Incremento de la cuota de renovables en sectores difusos como transporte, calefacción o refrigeración.
- Compromiso de alcanzar el 15 % de interconexión eléctrica para 2030.
- En materia de biocombustibles, se eliminarán de forma gradual los biocombustibles de alto cambio indirecto en el uso de la tierra (ILUC) y se impulsarán los biocombustibles avanzados.
En nuestro país, la aprobación de estas directivas “tiene una importancia capital en la política energética nacional, dado que, tras su aprobación final por el Consejo Europeo de Ministros, los cambios deberán estar implementados en la regulación nacional en junio de 2021. Por parte de España, nuestro Gobierno debe enviar el Plan Nacional de Energía y Clima antes de finales de 2018 donde se recogerá la previsión del desarrollo de energías renovables”, señala la Asociación de Empresas de Energías Renovables.
La esperanza del sector
Paralelamente, aquí en España, el Ministerio para la Transición Ecológica ha iniciado la tramitación de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética (LCCTE).
Tal y como indica APPA Renovables “en materia de renovables, el objetivo que fija esta Ley es un 9 % superior del que nos exige Europa, quedando en el 35 % para 2030. El objetivo del 35 % de renovables, adelantado por el Secretario de Estado de Energía, José Domínguez Abascal, en el Congreso Nacional de Energías Renovables, implica que, en los próximos once años nuestro país deberá realizar un esfuerzo similar al realizado en las cuatro últimas décadas. Para ello, las empresas deberán acometer inversiones en torno a 100.000 millones de euros en nuestro sistema energético, unas inversiones que necesitarán de altas dosis de seguridad y certeza jurídica”.
Además, señala, “la futura LCCTE marca como líneas generales que contaremos con un 70 % de electricidad procedente de fuentes limpias, cifra que será del 100 % en 2050. Estas líneas generales, también recogen la instalación de un mínimo de 3.000 MW de potencia renovable al año en el período 2021-2030, lo que significa el inicio de una planificación ordenada a largo plazo ampliamente demandada por el sector”.
Para José Miguel Villarig, presidente de la Asociación de Empresas de Energías Renovables – APPA Renovables, “el anuncio de que habrá un mínimo de 3.000 MW de nueva potencia en concurrencia competitiva todos los años es positivo en el sentido de dotar de seguridad al sector. Las últimas subastas renovables fueron aisladas sin permitir a los empresarios decidir si preferían esperar, pues no se sabía cuándo se volverían a llevar a cabo. La planificación es fundamental para acometer las inversiones. Es mucho más importante hacer bien la Transición Energética que tener un objetivo del 35 % en vez del 32 %”.
Para conseguirlo, ha señalado Villarig, “debemos hacer grandes esfuerzos en electrificación y en los sectores difusos, especialmente en penetración de renovables para satisfacer nuestras necesidades de usos térmicos y transporte”.
Impulso a la electrificación y las renovables térmicas y en transporte
Un 70 % de electricidad renovable implica que la contribución al mix energético de las renovables eléctricas se limitará al 17,5% si no se avanza en la electrificación.
Para alcanzar el 35 % marcado para 2030, advierte APPA Renovables, “la Ley de Cambio Climático y Transición Energética debe apoyar estos desarrollos” y “es imprescindible que la Ley y toda la planificación del desarrollo renovable, cuente con un alto grado de consenso político”, ha concluido Villarig.