En la tercera cita de las Mesas Industriales de MATELEC, celebrada en Santiago de Compostela, el 28 de junio, se puso sobre la mesa la necesidad de transmitir al empresariado que estas tecnologías son una gran oportunidad para ahorrar costes y aumentar competitividad.
La Industria 4.0 implica un trabajo a largo plazo desde hoy y requiere un cambio de mentalidad en el empresario, especialmente en las pequeñas y medianas empresas. Esta fue una de las conclusiones que se desvelaron en la tercera reunión de las Mesas Industriales de MATELEC, organizada por Cuadernos de Material Eléctrico el pasado 28 de junio en Santiago de Compostela, con la colaboración de MATELEC y MATELEC INDUSTRY. Se evidenció que es preciso saber transmitir al empresario que estas tecnologías son una gran oportunidad para ahorrar costes y aumentar competitividad.
Además, se puso sobre la mesa que este concepto de la industria 4.0 se basa en tres ejes: robótica colaborativa, análisis predictivo y el Internet de las Cosas, pero también está vinculado a la sostenibilidad, a utilizar menos recursos y generar menor número de residuos. Varios de los directivos que participaron en el encuentro señalaron que las velocidades de implantación de estas tecnologías difieren en función del tipo de sector –automoción es uno de los más avanzados– y del tamaño de la empresa, dado que las organizaciones han de planear sus inversiones y analizar los periodos de retorno.
Asimismo, algunos directivos afirmaron que la desconfianza es la primera barrera que se alza en un entorno nuevo donde los datos, su captura y análisis, es fundamental, así como buscar a profesionales que sepan gestionarlos. Para algunos de los presentes, la implantación será lenta y progresiva.
El instalador debe crecer en su papel de prescriptor
Por otro lado, la industria 4.0 también va a cambiar la gestión de las redes eléctricas, y en este proceso las empresas instaladoras tienen mucho que decir y se acrecienta su papel. En este contexto, se puso de relieve que las malas praxis de algunas comercializadoras de energía y grandes compañías han provocado que el profesional se encuentre con esa barrera de desconfianza. Por ello, el instalador debe coger más valor y crecer en su rol de asesor, ya que además es el actor que tiene el contacto directo con el cliente final.
Cabe recordar que los directivos participantes procedían de las siguientes organizaciones y empresas: ASINEC (Asociación Provincial de Industriales Electricistas y de Telecomunicaciones de A Coruña); INSTALECTRA (Asociación de Empresarios de Electricidad y Telecomunicaciones de Pontevedra); INSTALECTRO (Asociación de Instaladores Eléctricos y de Telecomunicaciones de Ourense y provincia); A3e (Asociación de Empresas de Eficiencia Energética); el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Industriales de A Coruña (COETICOR); Digamel (socio de Fegime España); Grupo Electro Stocks; Dielectro Industrial (empresa de Sonepar Ibérica); Genesal Energy; y Grupo Revi; junto a Santiago Díez, director comercial de MATELEC y MATELEC INDUSTRY.
El número 38 de Cuadernos de Material Eléctrico incluirá un amplio reportaje con las conclusiones de este encuentro.
