El departamento de Promoción Económica, Medio Rural y Equilibrio Territorial de la Diputación de Gipuzkoa impulsó este acuerdo al que también se sumaron las asociaciones de empresas constructoras, industria de la madera, pintos y albañiles.
INSTAGI (Asociación de Instaladores y Mantenedores de Gipuzkoa) suscribió a finales de noviembre un convenio con otras entidades sectoriales y la Diputación de Gipuzkoa con el objetivo de mejorar la competitividad y la capacitación del sector de la construcción, que en esta provincia del País Vasco lo conforman 7.127 empresas que generan 17.000 empleos y representan el 6,2% del PIB de esta zona.
Los firmantes de este acuerdo, además de INSTAGI, son Ascongi, patronal integrada en Adegi que representa a las empresas constructoras y promotoras de la provincia, Arotzgi (Madera), Eraiki (Pintores) y Agrumap (Albañiles), que en conjunto suman más de 900 empresas del territorio. Los miembros de estas entidades podrán conocer al detalle programas de la Diputación ya existentes y, además, se diseñarán en su caso otros nuevos programas, siempre con el fin de aumentar la competitividad.
“Nuestra sociedad se enfrenta a grandes tendencias globales como la gestión de los recursos naturales, los cambios demográficos, la innovación tecnológica o la eficiencia energética del parque de viviendas, para las que resulta necesario disponer de un sector profesionalizado y capacitado que pueda dar respuesta a dichos retos”, señalan estas asociaciones en un comunicado.
Las instituciones que sellaron este acuerdo son conscientes de que la reactivación económica necesita un nuevo impulso, con un sector de la construcción que creció un 1,6% en volumen en 2016, gracias fundamentalmente al empuje de la edificación (+3,9%), frente a la cronificada caída de la obra civil (-10,9%).
La construcción supone uno de los motores de crecimiento económico del territorio con gran capacidad de tracción sobre otros sectores y con una de los mayores impactos en la creación de empleo, recalcan desde esta asociaciones, con una influencia directa en áreas como las infraestructuras de agua, energía, el ámbito social, el trasporte, el medio ambiente, el cambio digital o el urbanismo, entre otras.