2022 ha sido un año de locura para el precio de la electricidad en el mercado mayorista y, por ende, para el bolsillo de los consumidores. De alcanzar los 544,98 euros/MWh el 8 de marzo, se ha pasado a cerrar el año con una de las semanas más económicas; de hecho, el pasado 30 de diciembre, el MWh se situó en el mercado mayorista en los seis euros, su cota más baja desde febrero de 2021.
Sí, es cierto que la demanda eléctrica ha bajado por la anomalía térmica, que está favoreciendo un menor uso de la calefacción, y por el periodo navideño, en el que la actividad de algunas industrias se reduce; también es cierto que influye el aumento de la producción de las renovables, especialmente la eólica.
Pero más allá de circunstancias puntuales, estas fluctuaciones tan extremas del pool dejan una conclusión fundamental, en opinión de Fernando Ferrando, presidente de la Fundación Renovables: “Tan malo eran 350 o los 200 euros/MWh como estos 6 euros/MWh. La explicación es que el modelo marginalista no funciona o no representa al mix de las tecnologías actuales”, ha afirmado Ferrando en sus redes sociales.
El sistema marginalista del modelo eléctrico…
permite que la tecnología más cara sea la que marque el precio
Se trata de una denuncia histórica de gran parte del sector energético, que apunta a un sistema obsoleto y cada vez más alejado de la realidad de la generación eléctrica de nuestro país. Y es que, como se ha comentado en otras ocasiones, el sistema marginalista permite que la tecnología más cara sea la que marque el precio, aunque solo haya aportado una pequeña parte de la producción energética.
Eso sí, desde el punto de vista del bolsillo de los consumidores, especialmente los acogidos al PVPC, tarifa en la que el precio del mercado mayorista tiene una mayor incidencia, no cabe duda de que la bajada del coste de la electricidad en las últimas semanas ha sido uno de los mejores regalos navideños. Habrá que ver hasta cuando dura esta inercia positiva.