Entrevista con el director general de la Associació de Gremis d’Instal.ladors de Catalunya, donde expone los retos e inquietudes de este colectivo, que incluyen también la dificultades de financiación y de acceso al crédito, y la formación.
Raúl Rodríguez se
incorporó a AGIC (Associació de
Gremis d’Instal.ladors de Catalunya) a principios de 2012 como director general
con el objetivo planteado por su Junta Directiva de impulsar un proyecto diferente
de asociación. Hablamos con él para explicar la situación del colectivo de empresas instaladoras en Cataluña, sus problemas, retos e inquietudes.
Los gremios de instaladores que forman parte de AGIC son:
Barcelona, Vallés Oriental, Sabadell, Hospitalet del Llobregat (APEI), Figueres
(ADICAE), Lleida (AGRISEC), Baix Camp, Montsià-Amposta, Deltebre y la
Asociación de Frigoristas de Cataluña (ASFRICAT).
Con implantación territorial en las cuatro provincias de
Cataluña, y con las diez asociaciones que están integradas, AGIC representa a más de 3.000 empresas instaladoras en
Cataluña (el 50% del sector) que dan empleo a aproximadamente 14.000
trabajadores de manera directa.
Intrusismo y
pasividad de la Administración
Hablando de los retos e inquietudes del profesional de la
instalación en Cataluña, Raúl Rodríguez señala, en primer lugar, que uno de los
principales problemas a los que se enfrentan las empresas instaladoras
–problema generalizado en toda España– es el intrusismo. “Los últimos datos
publicados en el informe presentado por Gestha
(Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda) valoran la economía sumergida en un 24,6% del PIB.
Teniendo en cuenta que el sector de la construcción ha sido el más afectado por
la crisis, es de sentido común que gran parte de este porcentaje se achaque a
nuestro sector”.
En este sentido, para el entrevistado, “lo realmente
preocupante es la pasividad de la Administración frente a este gran problema.
Además, sorprende que las únicas medidas se basen en incrementar la presión
sobre las empresas que ya están registradas y en curso legal, mientras que
aquellas que no lo están actúan con total impunidad. Este hecho, que AGIC denuncia
constantemente, incita a actuar de manera irregular. Desde AGIC se ha
habilitado, desde hace más de un año, un canal de denuncias anónimas para que
todo asociado tenga libertad de denunciar una actividad ilegal.
Lamentablemente, la Administración no actúa si no existen pruebas muy evidentes.
Como agravante, además, no comunican los resultados concretos de sus
actuaciones sobre las denuncias presentadas”.
El sentimiento generalizado del sector y de las asociaciones
frente al intrusismo es de desamparo total por parte de la Administración, que no
actúa a pesar de sus responsabilidades, del impacto económico y de la afectación
sobre la seguridad de las personas.
Realmente incomprensible. Seguiremos insistiendo y negociando para obtener
resultados”, subraya.
La falta de acceso a
la financiación es otro de los grandes problemas del sector y del mercado
en general, señala el director general de AGIC. “Las pymes y micropymes son
especialmente muy dependientes del crédito bancario y es necesario que las
condiciones de acceso a la financiación convencional mejoren notablemente para
reactivar la actividad. Algunos productos como las pólizas de crédito son
retirados de la noche a la mañana, sin que se hayan producido incidencias de
pago. Este tipo de acciones, sumadas a la gran morosidad del sector, ha
provocado el cierre de un gran número de empresas y la pérdida de miles de
puestos de trabajo”.
Entrevista completa en
el número 11 de Cuadernos de Material Eléctrico