El fabricante de productos de iluminación de Zaragoza ha logrado alcanzar un acuerdo con el 70% de sus acreedores para reestructurar la deuda con una quita del 30%. Tras 6 años en números rojos, el resultado positivo del primer semestre supone la salida de un proceso concursal que obligó a la empresa a rescindir hasta del 60% de la plantilla.
Tras 6 años en números rojos, ELT ha logrado cerrar el primer semestre del año 2021 en positivo. A esta noticia se suma el acuerdo que ha alcanzado con el 70 % de los acreedores para reestructurar la deuda que incluye una quita del 30 %, y que le permite salir del concurso de acreedores en el que la empresa fabricante de productos de iluminación llevaba inmersa desde julio del pasado año.
La llegada de la pandemia aceleró un proceso que venía de lejos, pues la compañía aragonesa ya había entrado en ERTE en el año 2015. Unos años más tarde, en noviembre de 2018, la empresa cambió de dirección y tuvieron que asumirse medidas “difíciles, pero necesarias”, según señala Ziad El Helou, Director Comercial y de Marketing. “Tuvimos que prescindir del 60 % de la plantilla, despedir a un total de 92 trabajadores y nos vimos abocados a meternos en un proceso concursal porque la situación se hizo cada vez más compleja”, destaca.
ELT, que es una empresa de carácter eminentemente familiar y con más de 45 años de historia, ha continuado en activo durante todos estos meses a pesar de las dificultades. “No hemos parado de trabajar y los clientes nos han ayudado mucho“, explica El Helou. “Aunque estamos afectados por la coyuntura de subida de precios de las materias primas y las dificultades en el tema del transporte -continúa-, el tamaño de la empresa y la respuesta de nuestros clientes nos han permitido seguir adelante”.
Un proceso que ha puesto en valor “la fortaleza de la compañía”
El proceso concursal “ha puesto en valor la fortaleza de la compañía en todos los niveles“, destaca el Director Comercial y de Marketing de la empresa. Con el acuerdo logrado, ELT podrá pagar la deuda ordinaria en un período de hasta tres años, aunque ya ha abonado el 100% de la deuda a acreedores preferenciales.
Unas previsiones de futuro que invitan al optimismo
Los datos del primer semestre y la facturación invitan al optimismo en cuanto a las previsiones para el cierre de 2021 de la empresa, que actualmente cuenta con 62 trabajadores de su plantilla. Y eso, pese al encarecimiento del precio de las materias primas, que han tenido que soportar los clientes y que se han traducido en un aumento de hasta un 40% en casos como el del acero o el del cobre. A día de hoy, el 50 % de la facturación de la empresa depende de las exportaciones a países de América Latina, Francia, Reino Unido, norte de África y países árabes.
A partir de ahora, la compañía se marca unos objetivos claros: “solventar la deuda con los acreedores sin dejar en el camino a nadie, seguir en la senda de la recuperación, estar cerca de los clientes y potenciarlos”. Para conseguirlo, desde la empresa llevan ya un tiempo apostando por nuevos modelos de negocio. Por ejemplo, recientemente la compañía ha recibido la adjudicación del sistema de gestión de alumbrado público para el puerto de Gijón (Asturias), uno de los proyectos más fuertes en los que se han embarcado últimamente.
