Dicha conectividad se realizó con cables ópticos de 8, 16 y 32 fibras LSZH (Low Smoke Zero Halogen) de la compañía japonesa, proporcionando "más seguridad" a la obra al no emitir humo tóxico en caso de incendio y mayor fiabilidad, velocidad y ancho de banda.
El túnel del Coll de l’Illa, que une Valls y Montblanc (Tarragona), recientemente inaugurado, cuenta con fibra óptica de Furukawa. Dicha conectividad se realizó con cables ópticos de 8, 16 y 32 fibras LSZH (Low Smoke Zero Halogen) de la compañía japonesa, proporcionando “más seguridad” a la obra al no emitir humo tóxico en caso de incendio y mayor fiabilidad, velocidad y ancho de banda.
La autovía A-27 que conecta el túnel tiene una longitud de cinco kilómetros y el mencionado túnel, 1.467 metros, bajo la sierra de Miramar. Una obra que pretende reducir a unos quince minutos el tiempo de conexión entre las provincias de Tarragona, en la costa este, y Lleida, situada en el interior de Cataluña.
Características técnicas de la conexión de fibra óptica
- Protección contra incendios. Los cables LSZH ralentizan la propagación de las llamas, a diferencia de una cubierta de cable de polietileno normal. Además, los túneles y sus entradas están equipados con una red de malla de hidrantes separados por un máximo de 100 metros.
- Desde un nuevo centro de control en la entrada sur, las instalaciones de seguridad del túnel serán monitoreadas de forma automática y constante.
- Se instaló un sistema fijo de cámaras HD para la detección automática de incidentes (IAD).
- Doble fuente de alimentación.
- Iluminación mediante proyectores led. En las aberturas de entrada y salida, se realiza un control automático de la iluminación según las lecturas de los dos medidores de luminancia colocados por entrada.
- Un sistema separador en la red de drenaje para recoger el agua de filtración independientemente del agua de los vertidos de la carretera.
El túnel, una obra que disminuye el tiempo de circulación
Con este nuevo trazado, que ha tardado en llevarse a cabo más de tres décadas, se espera una disminución del tiempo de circulación de más de 700.000 horas al año, ya que se prevé que el tiempo medio de viaje se reduzca en diez minutos, dirigiendo el tráfico a través del túnel. Todo ello, se traduce en una reducción de 4.300 toneladas de CO2 al año.
Las obras públicas han sido encargadas por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. La ejecución corrió a cargo de Acciona Construcción.