La compañía comienza a reducir su huella de carbono desde la misma fabricación de los productos. Así, se centra en el ahorro de agua, la gestión de residuos y la sostenibilidad en los embalajes,
Hikvision ha manifestado su compromiso con la reducción de la huella de carbono producida en sus actividades. Así, la compañía ha decidido apostar por una fabricación más ecológica y sostenible, entendiendo que, para adaptarse y evolucionar en todos los aspectos, sus productos deben ser más eficientes desde el mismo momento de la fabricación.
Fomentar la conservación y el reciclaje del agua, disminuir la contaminación, optimizar la utilización de energía, regular la gestión de los productos químicos, adoptar materiales sostenibles de embalaje. Estas son algunas de las medidas que se han llevado a cabo desde la compañía para reducir el impacto medioambiental.
Para ello, Hikvision aumenta la proporción de uso de energía limpia mediante la adquisición de electricidad procedente de energías renovables. Así, durante el 2022, compraron, según cifras de la compañía, 32.852 MWh de energía verde y generaron 4.508,3 MWh mediante unidades fotovoltaicas.
El ahorro de agua y la gestión de residuos
Hikvision utiliza, como principales recursos hídricos, las aguas municipales, superficiales y subterráneas. En lo que respecta a la gestión más eficiente de este recurso, toman medidas de conservación y mejora de estos sistemas de gestión de agua. De esta manera, han sido capaces de reducir el desperdicio, mediante análisis equilibrados, control de uso, ahorro y recogida de agua de lluvia.
En lo que respecta a la gestión de residuos, Hikvision supervisa todas las emisiones y residuos para minimizar su impacto siempre que sea posible. Como ejemplo, han creado un sistema de clasificación y eliminación de residuos durante la producción y operaciones.
Embalaje sostenible
La apuesta por la sostenibilidad también llega al embalaje de Hikvision. En esta línea, se han percatado que limitando el uso de acolchados y forros de plástico de gran volumen por materiales de bajo contenido plástico, consiguen atajar las emisiones de carbono en 767 toneladas al año.
A su vez, toman medidas para desplastificar y minimizar los embalajes, promover los materiales biodegradables y aumentar la eficiencia del reciclaje de envoltorios.