Inicio / Noticias / Instaladores / La muerte de un electricista de 33 años en Barcelona reabre el debate de las subcontratas
Una ambulancia del Sistema de Emergencias Médicas se desplazó hasta el lugar del suceso. Archivo.
Una ambulancia del Sistema de Emergencias Médicas se desplazó hasta el lugar del suceso. Archivo.

La muerte de un electricista de 33 años en Barcelona reabre el debate de las subcontratas

La semana pasada hubo movilizaciones de instaladores en Lleida y para finales de mes se anuncian más en Málaga. “El sector está al límite”, asegura Javier Sánchez, responsable del área de montaje y mantenimiento eléctrico de CC.OO. de Cataluña, quien, además, explica las causas que se esconden tras estos accidentes.

Un electricista de 33 años falleció el pasado sábado al recibir una descarga eléctrica mientras trabajaba en un trenzado de baja tensión en una calle del centro de Cardona (Barcelona). El fallecido trabajaba para la UTE Lymet-Melfosur, una de las contratas de Endesa para el montaje y mantenimiento de la red eléctrica.

Aunque las causas del accidente todavía están siendo investigadas, este suceso, junto a otro de características similares ocurrido en Tarragona recientemente, han vuelto a reabrir el debate sobre las condiciones de los electricistas que trabajan para empresas subcontratadas por grandes compañías.

“La precariedad es un hecho patente; las eléctricas cada vez presionan más a las contratas, que, a su vez, nos trasladan esa presión a los trabajadores que estamos en las instalaciones”, asegura Javier Sánchez Rey, responsable del sector de montaje y mantenimiento eléctrico de CC.OO. de Industria de Cataluña.

“El sector está viviendo una degradación muy importante respecto a hace unos años; está al límite”, añade Sánchez Rey, al mismo tiempo que achaca este tipo de accidentes eléctricos a la carga de trabajo y a la presión que tienen que soportar los instaladores.

“Hay mucha carga de trabajo y falta mano de obra. Esto provoca, entre otras cosas, un exceso de horas extra y que haya más inexperiencia“, explica. “Además, en algunos centros de trabajo se está implantando un sistema que prima trabajar ‘a destajo’. Es decir, se premia la velocidad frente a la calidad y esto va en contra de la seguridad”, agrega.

“En otros casos -continúa-, cuando una empresa tiene un accidente, el contratista le quita la zona y esto también supone una presión añadida para los trabajadores”, señala el responsable de Comisiones Obreras en conversación con este medio.

¿Crees que la precariedad en las subcontratas es generalizada?

Encuesta finalizada

Movilizaciones para luchar contra la precariedad

Ante esta situación, los trabajadores de Cobra, una subcontrata de Endesa en diversas regiones del país, llevaron a cabo una huelga de cuatro días la semana pasada en Lleida. Los profesionales reclaman a la compañía que se respete la cláusula de subrogación del convenio del metal; es decir, que Cobra mantenga las condiciones que estos trabajadores tenían en su anterior empresa.

Algo similar ocurre en Málaga, donde se anuncian movilizaciones para finales del mes de julio, mientras que en Palma de Mallorca también hay malestar por las cada vez más deterioradas condiciones de trabajo de estos instaladores que desempeñan su labor en contratas de grandes empresas. 

¿Cuál es la solución?

En opinión de Javier Sánchez Rey, la mejora de las condiciones de estos profesionales pasa por dos aspectos fundamentales: “En primer lugar -explica-, que las empresas principales no ahoguen económicamente a las empresas contratistas; en segundo lugar, que las subcontratas den voz a sus trabajadores a través de los representantes sindicales, tal y como indica el decreto 171/2004″.

“De hecho, en Cataluña ya existe una resolución (del 25 de marzo de 2019) de la Inspección de Trabajo que obliga a Endesa a que cumpla con este real decreto en todas las empresas subcontratadas”, asegura, para concluir, Sánchez Rey.

Notificar nuevos comentarios
Notificar
guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
Scroll al inicio