La Federación ha elaborado un estudio que, además, incide en los problemas de morosidad que afectan a los instaladores, especialmente por parte de grandes empresas y constructoras. El confirming se consolida como el medio de pago más habitual y FENIE insiste en que los costes financieros de este sistema recaigan sobre el deudor.
La Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones de España, FENIE, ha elaborado, como ya es habitual, un estudio en el que recoge el impacto de la morosidad y los comportamientos de pago en las empresas instaladoras, aunque también expone otros datos de interés, como la evolución de la facturación del colectivo instalador y sus principales preocupaciones.
Precisamente, una de las conclusiones más destacadas que arroja el estudio es que el volumen medio de facturación del colectivo de empresas instaladoras creció un 6 % en 2021 respecto al ejercicio anterior. Pero hay más.
En el apartado de las inquietudes, el 50 % de los encuestados apuntó a la falta de suministros como el aspecto que más les preocupa, seguido por los problemas de liquidez, opción escogida por el 40 % de los participantes en el estudio. Con un porcentaje inferior, los encuestados también apuntaron a la falta de actividad, las complicaciones burocráticas y el mantenimiento de la plantilla como otros de los temas que más preocupan a las empresas instaladoras.
El problema de la morosidad persiste
Según los datos obtenidos por FENIE, los plazos de pago no han variado significativamente en 2021 respecto al año anterior. Dicho de otro modo, los problemas de morosidad continúan. Los autónomos y micropymes son los que mejor cumplen los plazos de pago, un 58,7 % paga en menos de 60 días, un 32 % lo hace entre 60 y 90 días y solo un 9,3 % abona sus facturas en más de 90 días.
Le siguen muy de cerca las pymes. El 58,3 % de las mismas paga sus recibos en menos de 60 días, un 38,7 % lo hace entre 60 y 90 días y el 3 % salda sus deudas más allá de los 90 días.
De nuevo, las que más tardan en pagar son las grandes empresas y las constructoras. Las primeras mantienen porcentajes similares a los del pasado año, mientras que las constructoras han empeorado sus cifras significativamente. De hecho, más de la mitad, el 53,47 %, paga a sus proveedores en plazos superiores a 90 días.
Fuente: FENIE.
Esta situación hace que, a pesar de que las expectativas de cobro se mantienen en niveles de 2020, un 55 % de las empresas instaladoras apunten que, si no mejoran los comportamientos de pago, podrían tener problemas de viabilidad.
Además, el confirming se consolida como el medio de pago más habitual, aunque un 50 % de los encuestados indicó que los plazos de vencimiento se están alargando.
Propuestas para reducir la morosidad
En línea con lo anterior, FENIE insiste en su propuesta de que los costes financieros de los confirming recaigan sobre el deudor y no sobre la empresa que no ha cobrado sus facturas.
Por su parte, un 74 % de los encuestados indicó que la medida más eficaz para erradicar la morosidad sería el régimen sancionador, seguido del Observatorio de la Morosidad (34 %) y la factura electrónica (opción escogida por el 16 %).