Más del 80 % de las empresas instaladoras españolas tiene entre 3 y 4 operarios. Generalmente, uno de ellos, además de realizar su trabajo, es el encargado de gestionar al resto de los empleados, la relación con los clientes y la economía de la empresa, por lo que es habitual que el relevo generacional quede relegado al baúl del olvido.
Sin embargo, se trata de un problema incipiente cuya sombra cada vez gana más terreno en el sector eléctrico en general y entre el colectivo instalador en particular. Carlos Moyà, presidente de la Asociación de Instaladores Empresarios de Baleares (ASINEM), achaca esta falta de relevo generacional, en primer lugar, a la mencionada estructura de las empresas instaladoras.
“Lo del relevo generacional no está en su mente. Suele llegar tarde, cuando no hay capacidad de maniobra; quedan pocos años para su jubilación y el propietario no tiene una persona a la que dejar el negocio. En el caso de empresas tan pequeñas, la posibilidad de delegar en la familia no es fácil y, al final, la mayoría de empresas muere cuando el fundador se jubila“, explica Moyà.
El presidente de ASINEM apunta, además, a la devaluación de la Formación Profesional y a la falta de motivación de los jóvenes a la hora de cursar una de estas formaciones, “cuyo nombre hace muchos años que está desfasado, caducado y es poco motivador para la gente joven”, afirma en declaraciones a ‘C de Comunicación‘.
“No es culpa de los jóvenes, es culpa nuestra”
Lejos de buscar excusas o de culpar a terceros, Carlos Moyà reconoce que es un problema que afecta a todo el ámbito nacional y hace autocrítica: “Los padres, las nuevas tecnologías, la publicidad y los medios de comunicación marcan los gustos de nuestra sociedad; nuestro sector no se ha reciclado, no hemos hecho nada para que los jóvenes vean al sector de las instalaciones (eléctricas, telecomunicaciones, clima, energías renovables y sostenibilidad) como su futuro laboral”, argumenta.
“No es culpa de los jóvenes, es culpa nuestra”, agrega el presidente de ASINEM, quien confirma a este medio que la falta de profesionales cualificados ya es un problema en las Islas Baleares, tal y como ha podido percibir en el día a día de diversas empresas asociadas.
“Posibilidad de negocio y de diversificación hay, lo que no hay es personal formado para cubrir esta demanda. Sin ir más lejos, en nuestra propia empresa, desde hace unos meses, buscamos un profesional cualificado y no hay manera. Es mucho más fácil encontrar un ingeniero que un oficial de primera”, explica.
¿Cómo revertir esta situación?
Carlos Moyà aboga por “actualizar” el sistema de Formación Profesional para hacerlo más atractivo: “Desde el nombre hasta los objetivos formativos. Hay muchos campos para formar a un buen profesional”, señala. “Deberían de actualizarse sus líneas formativas, llamarse ‘agente para la sostenibilidad’, ‘agente energético’, ‘técnico en gestión de energía’…”, añade.
Además, el presidente de ASINEM subraya la transversalidad del sector instalador, colectivo clave en el desarrollo de las energías renovables, en la rehabilitación de edificios, en la mejora de la eficiencia energética, en el despliegue de la infraestructura de recarga para el vehículo eléctrico… Todos ellos aspectos clave para salir de la crisis provocada por la pandemia y para avanzar hacia la transición ecológica.
Por último, y cuestionado por un mensaje para las nuevas generaciones, Carlos Moyà afirma que “no soy de dar consejos, y menos a los más jóvenes”, a la vez que recalca que “hay que dar ejemplo, y los primeros que nos hemos de poner las pilas somos nosotros”, concluye.