Eso opinan desde FENIE, aunque hay proveedores que consideran que todavía hay "trabajo por hacer" en la concienciación del instalador en relación con los puntos de recarga.
El negocio de la movilidad eléctrica supone una importante expectativa de futuro para el sector de las empresas instaladoras. Sin embargo, no todo el colectivo de instaladores está lo suficientemente concienciado. Al menos, así lo creen importantes proveedores de soluciones relacionadas con las infraestructuras de recarga, como quedó reflejado en el último número de ‘Cuadernos de Material Eléctrico’.
A modo de ejemplo, fabricantes como Gewiss consideran que el nivel de concienciación es “bajo” y desde Schneider Electric opinan que “todavía queda trabajo por hacer con respecto a la figura del instalador en relación con los puntos de recarga”.
Sin embargo, en la encuesta que publicamos hace unos días, en la que preguntábamos a nuestros lectores si creían que las infraestructuras de recarga eran una oportunidad de negocio para el instalador, el 91 % respondió afirmativamente, mientras que el 9 % se decantó por el ‘no’.
Modelo de negocio para las empresas instaladoras
Así las cosas, el presidente de la Federación Nacional de Instaladores (FENIE), Miguel Ángel Gómez, afirmó recientemente que “para el colectivo de empresas instaladoras la infraestructura de recarga del vehículo eléctrico es una línea de trabajo en la que se dispone de una elevada experiencia y en la que hay depositada una gran confianza en que, en un futuro a corto plazo, sea una de las principales en los modelos de negocio de las empresas instaladoras”.
Gómez hizo estas declaraciones durante el encuentro organizado por el IDAE el pasado 27 de julio, en el que se analizaron las oportunidades que puede ofrecer el Plan MOVES II. En su intervención, el director general del IDAE, Joan Groizard, también puso el foco de atención en los instaladores:”Las empresas instaladoras -dijo- están creciendo de forma importante en instalación de infraestructuras de recarga; en el encuentro de hoy comprobamos que tanto fabricantes como instaladores de infraestructuras de recarga están en disposición de jugar un papel clave en todo este proceso”.
Se refería Groizard a la movilidad eléctrica y también al “efecto tractor” que estos sectores pueden desempeñar “sobre la economía y el empleo” en la recuperación pos-COVI-19. “Transición energética no es solo reducción de emisiones y cumplimiento de objetivos, sino también cadena de valor industrial y empleo sostenible; y la infraestructura de recarga es un gran ejemplo”, cocluyó el director general del IDAE.