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Visión nocturna desde satélite de la iluminación en la península.

Visión nocturna desde satélite de la iluminación en la península.

Según un estudio de la Universidad Complutense de Madrid

El gasto en alumbrado público se duplica en los últimos cinco años

Por C de Comunicación
Tras medir la luz que emiten los pueblos y ciudades durante la noche para valorar el gasto del alumbrado en España, investigadores de la UCM calculan que se ha pasado de 450 millones de euros en 2007 a 830 millones de euros en 2012.

Miembros del departamento de Astrofísica y Ciencias de la
Atmósfera de la Universidad Complutense
de Madrid
(UCM) han conseguido
medir la luz emitida por las ciudades durante la noche y relacionarlas con su consumo en alumbrado público durante el
periodo comprendido entre 1992 y 2012, realizando una comparación de las
estadísticas del Ministerio de Industria hasta el año 2007 con las medidas
obtenidas con las imágenes nocturnas de satélite.

Los investigadores han estimado, como conclusión, que el
consumo por habitante en 2012 en España fue de 113 kWh, muy superior al objetivo del Plan de Eficiencia Energética 2004-2012
(75 kWh habitante). La evolución del consumo energético, unido al aumento de las tarifas eléctricas, ha
producido un aumento del gasto en
alumbrado público
, que ha pasado de 450 millones de euros en 2007 a 830
millones de euros en 2012.

Al consumo en alumbrado público hay que añadir el
correspondiente en iluminación exterior
privado
(ornamental, comercial y viales privados), que según los últimos
estudios puede suponer entre el 20% y el 60% del total del alumbrado exterior.
Esto supondría, que en el mejor de los casos, el gasto rondaría los 1.000
millones de euros anuales, según los expertos de la UCM.

Del análisis se deduce que la mayor parte del coste proviene
de municipios menores de 200.000 habitantes, los cuales han aumentado su
potencia para igualarse a la de las ciudades más densamente pobladas, donde es
mucho más barato iluminar.

Los investigadores recomiendan adaptar la potencia de las farolas españolas a los estándares de
potencia europeos y reducir la emisión hacia arriba y en la horizontal de las
farolas, que no sólo supone un despilfarro sino que aumenta la contaminación lumínica. Además, aclaran
que aunque la iluminación Led puede
ser una alternativa en un futuro por su ahorro energético, actualmente se
utilizan usualmente Led’s blancos que son muy dañinos para el medio ambiente;
lo ideal, en su opinión, sería emplear Led’s ámbar y la regulación automática
de potencia.

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