Aunque es cierto que la radiación con luz UV es una tecnología eficaz para la desinfección de patógenos, el sector de la Iluminación advierte de que "es fundamental asegurar la correcta selección de fuentes de radiación".
La exposición inadecuada a la radiación ultravioleta (UV) puede tener efectos nocivos para la salud. Hasta tal punto que puede llegar a causar, por ejemplo, cáncer cutáneo, daños en la córnea o quemaduras. Y de ello están advirtiendo, no sólo organismos del ámbito sanitario y colectivos médicos, sino también especialistas en iluminación, a raiz de informaciones que se han publicado en los últimos días relativas a la luz ultravioleta y a sus supuestas propiedades para acabar con el coronavirus COVID-19.
Si bien es cierto que la radiación con luz UV es una tecnología eficaz para la desinfección de patógenos, desde la Asociación Nacional de Fabricantes de Iluminación (Anfalum) o desde el Clúster de Iluminación de Cataluña (del que Delta Light es socio) advierten de que “es fundamental asegurar la correcta selección de fuentes de radiación UV siendo, además, factores determinantes a considerar la instalación, el mantenimiento y uso correcto“.
Incluso la Organización Mundial la Salud se ha mostrado tajante indicando que las lámparas ultravioletas sólo se pueden usar en lugares públicos vacíos. En este mismo sentido se manifestó el Consejo General de Enfermería de España, que también advirtió de que el uso de esta iluminación sin medidas preventivas adecuadas puede provocar quemaduras, cáncer, daños a la córnea o a la percepción de los colores, entre otras afecciones.
Grupos de trabajo para investigar las propiedades de la luz ultravioleta
Por ello, dada la importancia del buen uso de la radiación UV, tanto Anfalum como el Clúster han creado grupos de trabajo para analizar las aplicaciones de la luz ultravioleta. El Clúster ha anunciado que publicará en las próximas semanas una nota técnica y que, a finales de mayo, habrá concluido una guía práctica de aplicación y uso de esta tecnología.
Anfalum, por su parte, analizará las aplicaciones de este tipo de iluminación (aprovechando sus propiedades bactericidas), y pretende contrarrestar la falta de información precisa que, sin argumentos científicos ni técnicos, puede poner en riesgo la salud de las personas. De hecho, el Grupo de Iluminación UV-C que se ha creado, y que ya ha celebrado su primera reunión técnica, elaborará las especificaciones técnicas que garanticen la seguridad del uso de la luz ultravioleta.
Para ello, la Asociación Nacional de Fabricantes de Iluminación contará con la voz de expertos de laboratorios de ensayos de Españas y de investigadores del ámbito universitario, que se unirán a los fabricantes y a la Asociación Española de Normalización, trabajando siempre con los criterios que marquen los Ministerios de Sanidad e Industria.
“Sólo a través de grupos de trabajo con expertos en diversas disciplinas sentaremos las bases técnicas, de seguridad, calidad y buenas prácticas útiles para toda la cadena de valor”, señalan desde Anfalum. “Estamos ante un tipo de luz -explica Alfredo Berges, director general de Anfalum- que no sirve para iluminar, y que sólo un uso controlado permite higienizar el ambiente“.