El distribuidor reunió a más de 130 personas en la ciudad que le vio nacer, Badajoz, en una jornada de encuentro en la que se estrenó en primicia un vÃdeo conmemorativo y que sirvió para repasar la trayectoria de la compañÃa, asà como para reforzar los lazos entre el equipo humano.
Electrofil Oeste comenzó su andadura como una empresa de carácter familiar en 1956 en un pequeño local de apenas 200 metros cuadrados ubicado en la Plaza de Castelar de Badajoz. Por entonces, productos básicos como interruptores, enchufes y portafusibles de 6 amperios de porcelana y de fabricación casi artesanal, bombillas de 125 V y 25 W y cables de cobre estañado con funda de goma y cubierta de algodón configuraban la oferta de la compañÃa.
Hoy, 65 años después, la compañÃa cuenta con 12 puntos de venta, un equipo humano de más de 130 personas y una facturación de 35 millones de euros en el último ejercicio, una cifra histórica para el distribuidor de material eléctrico.
Con motivo de su 65 aniversario, la compañÃa celebró el pasado fin de semana en su ‘ciudad natal’ una jornada de encuentro que reunió a los más de 130 miembros que componen ‘la familia’ que hoy en dÃa hace posible que el distribuidor continúe avanzando.
Durante el evento, Javier Gómez, uno de los directores generales de la organización, presentó en primicia el vÃdeo conmemorativo del aniversario (lo pueden ver aquÃ) e hizo un repaso de la trayectoria de la compañÃa acompañado por alguna que otra anécdota.
Más tarde, el compañerismo y el trabajo en equipo fueron los hilos conductores de una jornada en la que los participantes tuvieron que enfrentarse a diversas actividades de team building, entre ellas la construcción de dos barcos de madera de más de 15 metros de largo y 6 metros de alto que no era sino una metáfora del dÃa a dÃa: colaborar para seguir construyendo el futuro de Electrofil Oeste.