Hoy se celebra el Día Internacional de la Mujer y, desde este medio, hablamos con Gloria González (Legomar y Nou Grup), Estíbaliz Sesma (Berdin Grupo) y Laura Marino (Berdin Grupo) sobre su visión del sector de material eléctrico como directivas.
A pesar de que cada vez hay más ejecutivas en un negocio tan masculinizado como es la distribución profesional de material eléctrico, aún queda mucho camino por recorrer. Con motivo del Día Internacional de la Mujer, hablamos con Gloria González (gerente de Legomar y presidenta de Nou Grup), Estíbaliz Sesma (directora de Recursos Humanos de Berdin Grupo) y Laura Marino (directora financiera de Berdin Grupo).
“En cualquier industria, es importante que las mujeres ocupen puestos de responsabilidad por diversidad de pensamiento, representación equitativa o mejora del rendimiento. Históricamente, el sector eléctrico ha estado dominado por hombres, y las mujeres, mediante el desempeño de roles de liderazgo, ayudan a romper los estereotipos de género”, comienza explicando Gloria.
En la misma línea, Estíbaliz defiende que la suma de capacidades, habilidades y puntos de vista divergentes ayuda a las empresas a avanzar en entornos complejos e inciertos, como los actuales. “A nivel estratégico, las compañías que hayan trabajado de manera activa en materia de igualdad serán más sostenibles y tendrán más oportunidades”, asegura.
Asimismo, Laura argumenta que, nos guste o no, lo cierto es que hombres y mujeres somos distintos tanto física como mentalmente: “Soy defensora del equilibrio. Cada uno aporta cosas diferentes y somos capaces de ver, intuir y proponer asuntos dispares que, en muchas ocasiones, se complementan y mejoran la toma de decisiones”.
Brecha salarial entre hombres y mujeres
Tal y como refleja la 17ª edición del informe Brecha salarial y presencia de la mujer en puestos directivos 2023 de EADA e ICSA Grupo, la brecha salarial entre hombres y mujeres se mantiene en todas las categorías profesionales en torno a un 12 %. Para revertir esta cifra y conseguir que los salarios sean equitativos y justos, Gloria considera que son necesarias estrategias a nivel gubernamental, empresarial y social.
“Se requiere transparencia, implementar políticas y leyes que exijan igualdad salarial por trabajo de igual valor, promover la diversidad y la inclusión, y apoyar la conciliación laboral y familiar. Hay que abordar el problema desde múltiples ángulos para conseguir un cambio significativo”, declara.
Por su parte, Estíbaliz expone que la brecha salarial está condicionada por una serie de factores sociales, legales y económicos. Dicho de otro modo, no se debe hacer una lectura simplista, ya que es un concepto que va más allá de la premisa de igual pago por igual trabajo.
“Uno de los grandes condicionantes de la brecha salarial es la falta de conciliación y corresponsabilidad. Los roles y estereotipos de género afectan al desarrollo laboral de las mujeres y generan una situación de desigualdad. Es fundamental que hombres y mujeres destinen el mismo esfuerzo y las mismas horas a los cuidados de los hijos, de los mayores o de las personas dependientes”, reflexiona.
Sobre este punto, Laura comenta que nunca ha tenido que pedir aumentos de sueldo y que siempre se ha sentido reconocida. En este sentido, entiende que hay que retribuir un puesto y no a una persona por su género: “A igualdad de cargo, igualdad de sueldo y mismas oportunidades. No creo que se trate de hacer, sino de renumerar correctamente y exigir que así sea”.
La formación, una herramienta clave
En todo este proceso de cambio social, es fundamental que las jóvenes se interesen por el sector de material eléctrico, aunque sigue existiendo cierta estigmatización. Como consecuencia directa, la gran pregunta que surge es: ¿Qué debemos hacer para atraer nuevo talento a la industria, especialmente mujeres?
“Bajo mi punto de vista, es esencial fomentar la educación en ciencia, tecnología e ingeniería entre las niñas desde una edad temprana. Además, es conveniente promocionar modelos a seguir a través de eventos de networking y conferencias o llevar a cabo programas de tutorías donde puedan recibir orientación”, propone Gloria.
De manera paralela, Estíbaliz hace hincapié en la labor pedagógica que deben promover los colegios para evitar relacionar profesiones con un género concreto. “Es cierto que en estudios superiores ya hay más mujeres que hombres en carreras de ingeniería, por ejemplo. Sin embargo, todavía hay una brecha de género importante en la formación profesional, donde la presencia de las mujeres todavía es muy reducida”, apunta.
Y continúa: “También me gustaría destacar la relevancia del ambiente de trabajo. Si es beneficioso para generar la misma confianza en una mujer que en un hombre, si se trabaja el respeto como valor fundamental evitando sesgos de género, estaremos creando el caldo de cultivo necesario para que cada persona desarrolle su máximo potencial”.
Por último, Laura asegura que, cuantas más mujeres haya en centros de decisión, más jóvenes estarán interesadas en entrar. “Asimismo, la base para conseguir un ambiente laboral más atractivo es transmitir siempre entusiasmo en lo que se está trabajando. Sigamos enderezando entre todos cada vez más el camino a las mujeres”.