El proveedor de infraestructuras de recarga tendrá que cerrar su oficina central en Ámsterdam, además de sus sucursales en otros países como Alemania o su fábrica recién inaugurada en Estados Unidos, como contempla el medio de comunicación neerlandés Het Financieele Dagblad.
La movilidad eléctrica avanza y se espera que 2025 sea un año de despegue para la misma. Sin embargo, hay compañías que se quedarán a las puertas de esta explosión que vaticinan los expertos del sector. Es el caso de EVBox, con sede en Ámsterdam y filiales en diferentes países. Así lo explicó a los medios holandeses el gigante energético francés Engie, que adquirió a la compañía en 2017.
Los motivos de Engie para liquidar EVBox
Engie indica que la liquidación del grupo EVBox se debe, entre otras razones, a las pérdidas totales que ha registrado desde el año 2017: un total de 800 millones.
El proveedor de infraestructuras de recarga tendrá que cerrar su oficina central en Ámsterdam, además de sus sucursales en otros países como Alemania o su fábrica recién inaugurada en Estados Unidos, como contempla el medio de comunicación neerlandés Het Financieele Dagblad.
Esta noticia también afectará, como es lógico, a los trabajadores: del total de 700 puestos de trabajo, la empresa sólo podrá mantener a 30. El portavoz de Engie indicó que necesitan unos 100 empleados durante un periodo limitado para mantener en funcionamiento las estaciones de carga existentes y cumplir con las obligaciones de mantenimiento y garantía.
Durante algunos meses Engie estuvo trabajando para vender a EVBox, pero los acuerdos no llegaron. Según la compañía, recibieron dos ofertas, pero no fueron lo suficientemente convincentes. Sí se ha encontrado comprador para una parte, la fábrica de la filial francesa Evtronic se venderá al propietario anterior, según informa el mencionado medio. Los planes están en manos del comité de empresa de EVBox, que tiene aún que aprobar las propuestas.
Sobrecostes, mala reputación y pérdida de clientes
Según indican desde Países Bajos, los sobrecostes debidos a la mala calidad y costes de garantías asociados conforman otro motivo significativo. A esto se une la pérdida de clientes importantes, como el aeropuerto de Schiphol, en Ámsterdam, que decidió cambiar de proveedor debido a la baja calidad de los cargadores EVBox de los que disponía.
Reacciones en el sector
En redes sociales, las reacciones no han tardado en aparecer dentro del sector ante lo que muchos consideran una mala noticia.
“La noticia marca un golpe duro para la industria de la electromovilidad, que ya había visto recientemente el cierre de Tritium, otro referente del sector. Es un recordatorio de los desafíos que enfrentan incluso los pioneros en este mercado en rápida evolución”, destaca Enrique Martínez, Key Account Manager de Ekoenergetyka, en LinkedIn.
“EVBox sigue el triste final de Tritium y muchos otros. El sector de los fabricantes de cargadores es muy intensivo en capital, tienes que fabricar los cargadores muchas semanas antes de que puedan ser enviados e instalados y por tanto que el cliente te pague. Si encima, tu reputación está en entredicho… tienes las de perder”, indica en la misma línea Joel Martín, Business Development Specialist de Vega Chargers.
Joel recuerda que unos 550.000 cargadores quedan en el aire. “Ya están saliendo clientes y partners calmando a las empresas y añadiendo que se harán cargo de que esos cargadores funcionen correctamente”, completa.
