‘Seis días corrientes’ se estrena el próximo 3 de diciembre en cines, aunque ayer se celebró su puesta de largo en Madrid. Este medio estuvo presente en la alfombra roja, por la que desfilaron su directora, Neus Ballés, y dos de sus protagonistas, que relataron cómo fue su experiencia y lanzaron un mensaje de tolerancia.
“A la salida entregaré tarjetas de mi empresa, que la pela es la pela”, bromeó Valero Escolar, lampista de profesión y uno de los protagonistas de ‘Seis días corrientes‘, durante la presentación de este particular largometraje que llegará a los cines el próximo 3 de diciembre.
Alrededor de un centenar de personas se dieron cita este jueves en los cines Renoir de Madrid, que acogieron el preestreno de esta película a caballo entre el documental y la ficción. El film narra en clave de comedia las peripecias de tres lampistas de Barcelona cuando Mohamed se incorpora a la empresa familiar para sustituir a Pep, que se jubila. Sin embargo, Valero, el encargado, considera que el recién incorporado ‘no da el perfil’ para formar parte de la empresa.
Una experiencia enriquecedora
Como ya adelantamos en este medio, Neus Ballés, la directora, llevó a cabo el proceso de documentación y el casting en la Escola Gremial d’Electricitat i Fontanería de Barcelona, donde vio a más de 1.000 profesionales que estaban formándose en electricidad, gas y fontanería.
Del millar de candidatos, Ballés escogió a Valero, Pep y Mohamed por representar perfiles muy distintos. “Teníamos que grabar una semana sí y una no para que no abandonasen sus puestos de trabajo”, reconoció ayer, antes de la proyección de la película, la directora.
“La experiencia ha sido increíble”, afirmó, por su parte, Valero Escolar, uno de los protagonistas y jefe del equipo de instalaciones de una empresa constructora de Barcelona. “Nunca me había planteado ser actor. El primer día pensé que Neus era una becaria y dije, bueno, vamos a ayudarla. Hasta le hice descargar una camioneta“, afirmó, entre risas, Escolar.
Más serio, Valero explicó cuál es el mensaje principal que transmite el largometraje: “Estamos obligados a entendernos. Da igual que seas guapo, feo, de otra religión o de otro país; estamos obligados a entendernos. Esto es lo que nos enseña la película”, remarcó. “Me ha cambiado la forma de ser“, agregó, en la misma línea, otro de los protagonistas, Mohamed Melalli, trabajador de una empresa instaladora.
Más allá de los tópicos, que también están presentes en la película, el largometraje da visibilidad a la figura del profesional instalador, ya sean electricistas, fontaneros o especialistas en climatización. Al mismo tiempo, el film destaca el lado humano de estos profesionales y pone de manifiesto que el trabajo de los instaladores no es tan sencillo como muchas veces se piensa, sino que requiere de una formación y una cualificación específica.
