APILET (Asociación profesional de industriales electricistas y de telecomunicaciones de Burgos) concluye la coordinación, junto con la Diputación de Burgos, de un plan para renovar el alumbrado público de un total de 112 municipios, en el que se han licitado 16,5 millones de euros.
APILET ha llevado a cabo la coordinación de un gran proyecto para la renovación del alumbrado público de 112 municipios de Burgos, en el que se han licitado 16,5 millones de euros y que ha supuesto dos años de trabajo, más de 45.300 nuevas luminarias instaladas y más de 2.000 cuadros eléctricos sustituidos, implicando también a una veintena de ingenierías y, muy importante, con la participación de 25 empresas instaladoras locales.
Las labores de supervisión se realizaron desde el inicio con la Entidad Promotora y Licitadora: Sodebur (Sociedad para el Desarrollo de la Provincia de Burgos, Diputación provincial).
La licitación del proyecto en lotes pequeños fue la primera gran prioridad de la asociación para finalizar con éxito el proyecto, y en este sentido la Diputación fue especialmente sensible y colaboradora en este aspecto. Más que en lotes pequeños, “la licitación se hizo por zonas, considerando en cada lote un grupo de municipios cercanos, con el objetivo de facilitar la participación de las empresas instaladoras de la zona, favoreciendo así a la economía local”, explica a la redacción Manuel Juez, presidente de APILET.
De este modo, del conjunto de ayuntamientos, 102 fueron adjudicados a empresas de Burgos, y otros 7 se adjudicaron a empresas de carácter nacional, pero que tienen delegación en Burgos.
Ahorros efectivos
Manuel Juez expone que los objetivos perseguidos con este proyecto eran tres: aumentar la eficiencia energética en el alumbrado gracias a la tecnología led, el ahorro económico para las arcas municipales y el beneficio al medio ambiente. Así, con esta renovación “se ahorra un total de 9 millones de kWh, se genera un ahorro de 2 millones de euros al año y se evita la emisión de 3 millones de kilogramos de CO2 a la atmósfera”, detalla. Se prevé un retorno de la inversión en un plazo de cuatro a ocho años.
Mediante las correspondientes reuniones de seguimiento, APILET ha vigilado y controlado los aspectos técnicos, las bajas temerarias y ha defendido la instalación del mejor material disponible dentro de los parámetros técnicos de diseño.
El siguiente objetivo es buscar una actualización de la gestión automatizada de los cuadros y disponer así de un mayor control de las instalaciones, que permita un seguimiento de su rendimiento.
En este sentido, APILET se ha comprometido ante la Administración Pública en las labores de mantenimiento y control, ya que en la adaptación de los cuadros eléctricos del alumbrado se han instalado sistemas de control vía Wifi o Internet para realizar un mantenimiento adecuado, y así “ponemos en valor la labor del profesional”, añade el presidente de la asociación burgalesa. Esta tarea de gestión y control posterior permitirá que los ahorros sean efectivos, y no solo sobre el papel.
La asociación apuesta por seguir trabajando para que exista trabajo en el mercado, que sea de calidad y que redunde en el beneficio de todos los usuarios.
Por otro lado, Manuel Juez critica algunas tendencias que actualmente están apareciendo en la aplicación de la nueva Ley de contratación pública, como la exigencia de alguna Administración Pública de garantías económicas adicionales de hasta 10-15 años, que restringen la competencia, ya que sólo permiten la entrada de grandes compañías. Estas garantías sobre los trabajos (no sobre el material) son casi imposibles para las pymes e hipotecan gravemente su futuro. También se plantea el exceso de documentación, imposible de gestionar muchas veces para un pequeño instalador.