La aprobación del Reglamento de Alumbrado Exterior y la entrada en vigor de la Directiva RoHS marcarán la evolución del sector en 2023. Esta última prohíbe la fabricación de lámparas fluorescentes T5 y T8 a partir del 25 de agosto y de lámparas fluorescentes compactas enchufables a partir del próximo 24 de febrero, entre otras novedades.
2023 será un año de cambios para la industria de la iluminación. A la presumible aprobación del nuevo Reglamento de Instalaciones de Alumbrado Exterior hay que sumar la entrada en vigor de las directrices de la Directiva RoHS y el posible desarrollo de varias normativas propuestas por la Comisión Europea dentro del Pacto Verde.
Directiva RoHS: principales novedades
Esta normativa, y tal y como explican desde Ledvance, limita el uso de diez sustancias peligrosas halladas con frecuencia en aparatos eléctricos y electrónicos, entre ellas el mercurio, habitual en ciertas soluciones de iluminación. La pasada primavera, la Comisión Europea revisó las excepciones definidas en el anexo III de la normativa, que, tras los cambios, establece lo siguiente:
- Prohíbe la fabricación de todas las lámparas fluorescentes compactas con casquillo (CFLni) a partir del 25 de febrero de 2023.
- Prohíbe la fabricación de todas las lámparas fluorescentes T5 y T8 a partir del 25 de agosto del próximo año.
- La norma incluye, también, una extensión de la exención para lámparas HPD de 3 a 5 años y la misma extensión de la exención en el caso de las lámparas de uso especial, como, por ejemplo, las lámparas UV-C.
La mencionada modificación, recalcan desde Ledvance, prohíbe la fabricación y comercialización en suelo europeo a partir de la fecha marcada de los citados productos, pero autoriza a vender y utilizar el stock existente almacenado.
Reglamento de Alumbrado Exterior
Aunque inicialmente estaba previsto que su aprobación tuviera lugar el pasado mes de junio, el Reglamento de Instalaciones de Alumbrado Exterior se aprobará, previsiblemente, de forma inminente, pues ya tiene el visto bueno de los dos ministerios implicados, Transición Ecológica e Industria, pero está a la espera de la tramitación parlamentaria.
El nuevo Reglamento pone el foco -nunca mejor dicho- en limitar la contaminación lumínica y reducir la luz intrusa en el alumbrado exterior y vial, además de aumentar el ahorro energético y reducir las emisiones de efecto invernadero.
En este sentido, las instalaciones de alumbrado deberán ajustarse a las exigencias definidas en la ITC-EA-03, lo que supone que será obligatorio definir un horario de funcionamiento de este tipo de instalaciones. Esta normativa se aplicará a las nuevas instalaciones y a sus modificaciones y ampliaciones de más de 100 W de potencia instalada incluidas en las instrucciones técnicas complementarias (ITC-BT) del REBT.
Además, aquellas instalaciones de alumbrado existentes en el momento de la entrada en vigor del Reglamento que tengan niveles de iluminación superiores al doble de lo establecido en la ITC-EA-02 deberán acometer modificaciones o actualizaciones en el plazo de cinco años para los municipios de más de 20.000 habitantes, periodo que será de ocho años para el resto de municipios.
Normativas europeas que están por llegar
La ‘Iniciativa de productos sostenibles’ (SPI), presentada por la Comisión Europea dentro del Pacto Verde Europeo el pasado mes de marzo, incluye una propuesta relativa al nuevo reglamento sobre diseño ecológico y productos sostenibles (ESPR), de especial interés para la industria de la iluminación.
Este ESPR sustituiría a la actual Directiva de diseño ecológica y recogerá requisitos específicos relativos al ciclo de vida de los productos, su durabilidad, el uso del contenido reciclado, la reparabilidad y el uso de las materias primas.
Pero esta norma será solo la punta del iceberg de las que están por llegar; desde Anfalum y Lighting Europe apuntan también a otros textos que regularán el derecho a la reparación, la sostenibilidad en la construcción de los productos y la toxonomía verde europea. Además, se prevé que la Comisión Europea revise y actualice los reglamentos sobre residuos como el DMR y la directiva sobre RAEE.
Estas normativas tendrán un impacto directo en las empresas del sector de la iluminación, que tendrán que replantearse el diseño de algunos de sus productos, aumentar la disponibilidad de recambios y gestionar un mayor volumen de información, aunque todo ello dependerá de la celeridad con la que se desarrollen estas directivas. ¿Entrarán en vigor en 2023? Se lo iremos contando.
