Comenzado el ejercicio, hemos hablado con Francesc Acín, presidente de AFME (Asociación de Fabricantes de Material Eléctrico), que nos expone el escenario de incertidumbre en que se mueve el sector marcado, como el resto de segmentos, por la evolución de la pandemia. No obstante, Acín lanza un mensaje positivo ya que, “a pesar de que todavía nos quedan momentos duros por pasar, somos optimistas con el desarrollo de nuestro sector en los próximos años”, donde tendrá vital importancia el buen uso de los fondos europeos de recuperación.
El mercado nacional de material eléctrico registró una caída del negocio en 2020 cifrada en el 12,44 %, debido a la crisis general provocada por la pandemia del COVID-19 (mejor, a pesar de todo, que las estimaciones realizadas en marzo y abril del pasado año). Conversamos con Francesc Acín, presidente de AFME (Asociación de Fabricantes de Material Eléctrico), para que nos dé las claves de esta situación y cómo ve la entidad la evolución para este ejercicio.
El estallido de la pandemia y las estrictas medidas de confinamiento iniciales afectaron muy duramente a prácticamente todos los sectores. “Conforme nos fuimos desconfinando, la actividad se fue recuperando y, efectivamente, el segundo semestre, dadas las circunstancias, podemos decir que fue razonablemente bueno“, apunta Francesc Acín.
En este sentido, señala que muchos proyectos que se paralizaron o ralentizaron con el confinamiento se activaron en cuanto cesó esta situación y esto ayudó a la recuperación inicial. “También fue importante el que la segunda oleada no vino asociada a limitaciones tan estrictas como las de marzo y, en menor grado y para determinados productos, que muchas personas decidieran invertir en reformas para mejorar unos hogares en los que ahora se ven forzados a pasar mucho más tiempo”, explica.
Nos encontramos, constata el presidente de AFME, “en un momento especialmente difícil para hacer previsiones para este año, dado el incierto entorno en el que nos encontramos. A pesar de ello, creemos que, tras unos primeros meses del año algo más complicados, y confiando que los procesos de vacunación ayuden a retomar una cierta normalidad lo antes posible, el ejercicio acabará con crecimiento respecto a 2020. Sin embargo, no esperamos llegar a recuperar el nivel de ventas de 2019″.
Factores clave para la recuperación. Los fondos europeos Next Generation
¿Cuándo y cómo será la recuperación de la actividad? “La paulatina recuperación del turismo y la restauración será muy importante. Tenemos empresas con productos que tienen un buen nicho de mercado en las instalaciones de hoteles y restauración. Pero, sobre todo, el efecto que esta recuperación generará en el empleo y en la confianza en la recuperación económica, sin duda, dinamizará a todos los sectores”, pone de relieve Francesc Acín.
Otro aspecto clave que influirá en la evolución de 2021 y, sobre todo en los años venideros, será la llegada de los fondos de recuperación de la Unión Europea, recalca el entrevistado. “Estos fondos, conocidos como Next Generation EU, contarán con 750.000 millones de euros para reactivar las economías de la UE y representan una gran oportunidad para nuestro país y para nuestro sector. Hay que tener en cuenta que una parte importante de las ayudas irán destinadas a la transformación ecológica y digital, donde se potencien las medidas de eficiencia energética, la renovación de equipos e instalaciones, la movilidad eléctrica y las energías renovables“.
En este contexto, la llegada de estos fondos afectará solo a los últimos meses del presente año, “pero serán un factor muy importante para el sector hasta el año 2026”.
Los fondos europeos “serán un factor muy importante para el sector hasta el año 2026”, sostiene Francesc Acín.
Aprovechar al máximo este paquete económico de ayudas de la UE es vital para AFME, que, junto con las asociaciones sectoriales relacionadas con las instalaciones técnicas para edificios y otras entidades, ha preparado un Proyecto para la rehabilitación de las instalaciones en edificios, solicitando a las Administraciones Públicas que apuesten decididamente por la aportación de las instalaciones técnicas en la rehabilitación energética de edificios y la consecución del objetivo de descarbonización del parque de inmuebles existente.
“El objetivo es que se destinen los fondos europeos para renovar edificios de viviendas, de uso terciario e industrial, para acelerar la transición energética del país, lo cual se traducirá también en la creación de empleo, reducción de los niveles de contaminación y dinamizando los sectores involucrados”.
En esta línea, “estamos contactando a todas las Administraciones Públicas, Ministerios, Comunidades Autónomas e incluso Ayuntamientos, para hacerles llegar este proyecto y ponernos a su disposición para colaborar en todo lo que esté en nuestra mano para el diseño y ejecución de programas de ayudas para la rehabilitación de los edificios que sean eficaces”, detalla el presidente de la patronal de fabricantes al área de Material Eléctrico de C de Comunicación.
“Es un tema muy importante y estamos dedicando muchos esfuerzos desde AFME, y seguiremos haciéndolo en los próximos meses y años”, dando idea de la relevancia que tiene este proyecto para la entidad.
Once líneas de actuación
Más en detalle, el Proyecto para la rehabilitación de las instalaciones en edificios contiene once líneas de actuación, que van desde la mejora de la seguridad de las instalaciones eléctricas antiguas, más instalaciones de energías renovables, instalación de puntos de recarga vinculada de vehículos eléctricos, renovación de luminarias a tecnología led, instalaciones de ventilación forzada de doble flujo con recuperación de calor y la renovación de equipos de refrigeración, calefacción y ACS, pasando por la domótica e inmótica, la adecuación de los puestos de trabajo a las nuevas tecnologías, hasta la instalación de redes para la plena conectividad de alta velocidad que fomente la digitalización del ecosistema de las empresas.
“Nuestro objetivo es que la Administración apueste por la promoción de estas once líneas de actuación en los nuevos programas de ayudas o en la reedición de programas existentes, eliminado las barreras que se han producido hasta el momento en la ejecución de dichos programas”, subraya Francesc Acín.
Y, además, “que los beneficiarios de los programas de ayudas deben ser las familias y empresas para conseguir una gran capilaridad de proyectos, lo que asegura el impacto en una gran cantidad de empresas, y especialmente en las pymes”.
Entrando en cuestiones más concretas del Proyecto, AFME y el resto de asociaciones piden que se incorpore el diagnóstico de las instalaciones técnicas de los edificios como actividad subvencionable por dichos programas e, incluso, que se valore una ayuda del 100 % de su coste para determinados casos. “No puede haber decisiones sobre las acciones de mejora de las instalaciones sin conocer previamente su estado, y este es un obstáculo que hay que superar”, aclara el presidente de la Asociación.
“También pedimos que se establezca un marco fiscal favorable para las once líneas de actuación y que se diseñen planes de información y concienciación para los ciudadanos y empresarios. La tecnología no es siempre fácil de entender y esta medida ayudará a derribar otro obstáculo con el que nos hemos encontrado hasta ahora en la ejecución de programas relacionados con la rehabilitación energética de edificios”, añade.
22.000 millones de euros de inversión hasta 2026
Francesc Acín pone de manifiesto que la rehabilitación de edificios es un proyecto de país desde el punto de vista medioambiental, económico, industrial e incluso con impacto a nivel social y de salud, “por lo que tiene todos los ingredientes para convertirse claramente en uno de los Proyectos Estratégicos de Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de España”.
La rehabilitación de edificios es un proyecto de país, destaca el presidente de AFME.
De este modo, “solo para el caso de edificios de viviendas, hemos cuantificado que la ejecución de las once líneas de actuación en 600.000 viviendas de aquí al año 2026 movilizaría más de 22.000 millones de euros de inversión y alcanzaría la creación de más de 330.000 puestos de trabajo”.
Ahora, con la llegada de los fondos europeos, “es el momento de apostar decididamente por la rehabilitación del parque existente de edificios. La responsabilidad de que se utilicen bien los fondos europeos es principalmente de la Administración, pero también del resto de agentes económicos; por ello, nos ponemos a disposición de nuestra Administración para ayudar a que ese importante objetivo se cumpla”.
El presente y el futuro son eléctricos
Por otro lado, respecto al capítulo de exportaciones, el entrevistado revela que 2020 también ha sido un año de caídas en las exportaciones del sector, “aunque en menor medida que en el mercado nacional, y nuestras ventas al exterior se redujeron en un 7,5 % respecto al año anterior. La pandemia ha golpeado prácticamente a todas las economías del planeta y eso ha afectado notablemente a nuestras ventas en mercados exteriores, pero ha habido países menos afectados, en los que les la actividad ha sufrido parones menos duros”, precisa.
En última instancia, Francesc Acín pone el foco en determinados aspectos positivos para el sector. Así, a diferencia de la anterior crisis, “donde nos tocó sufrir mucho dada nuestra exposición al sector de la construcción, en esta ocasión podemos decir que estamos en el sector correcto en el momento adecuado. El presente es eléctrico y el futuro lo será mucho más. Por ello, y a pesar de que todavía nos quedan momentos duros por pasar, somos optimistas con el desarrollo de nuestro sector en los próximos años”.
“Por último, quisiera enviar unas palabras para todos aquellos que se han visto afectados, directamente o en su círculo cercano, por la pandemia. Ánimo, un abrazo y seguid cuidándoos”, concluye el presidente.
