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Punto de recarga de coche eléctrico de Schneider

Recarga de coches eléctricos: un sector lleno de oportunidades

Por Redacción

La movilidad eléctrica constituye una de las áreas más relevantes dentro de la electrificación de la economía, ya que el transporte es uno de los segmentos con mayor emisión de gases de efecto invernadero. Además, conlleva una clara oportunidad de negocio para toda la cadena de valor del sector de material, por el suministro de equipos necesarios, las distintas soluciones técnicas, servicios y la instalación, puesta en marcha y mantenimiento de los puntos de recarga de coches eléctricos u otros vehículos. 

El instalador se erige en un profesional fundamental para el despliegue de este tipo de infraestructuras de recarga eléctrica, sobre todo en el ámbito residencial y de pequeño terciario.

Posibilidades de negocio para el instalador

Como es lógico, el desarrollo de la movilidad eléctrica viene necesariamente acompañado de un despliegue de las infraestructuras de recarga, tanto vinculadas como de oportunidad, donde dentro de estas últimas la recarga rápida irá adquiriendo más relevancia. 

Se trata de unas infraestructuras que, por su complejidad técnica, cumplimiento de normativa y aplicaciones, deben ser ejecutadas todas ellas por técnicos instaladores acreditados, lo que supone un potencial de negocio que ya está siendo aprovechada por numerosas empresas instaladoras. El profesional en este campo debe ganar protagonismo asesorando en la parte técnica y de tramitación a los clientes, sea un particular, una empresa de flotas o una oficina.

“Las infraestructuras de recarga eléctrica representan un ámbito de gran potencial de negocio en el sector. Los instaladores deben subirse a este carro de la mano de empresas líderes como Schneider Electric”

Jesús Requena, director de Desarrollo de Negocio de la división de Home & Distribution

En este sentido, Jesús Requena, director de Desarrollo de Negocio de la división Home & Distribution de Schneider Electric, ha destacado que “las infraestructuras de recarga eléctrica representan un ámbito de gran potencial de negocio en el sector. Los instaladores deben subirse a este carro de la mano de empresas líderes como Schneider Electric”. Además, se trata de un segmento conectado con otras áreas con muchas posibilidades, como el autoconsumo o la gestión de la energía.

La formación, por ello, es fundamental para adquirir los conocimientos técnicos y habilidades necesarios para llevar a cabo este tipo de instalaciones de manera adecuada. El instalador debe apostar por crecer en su especialización en estas soluciones y ejercer un papel de asesor ante los clientes para ofrecer la solución que mejor se ajuste a sus requisitos. En ese sentido, Schneider Electric ha puesto en marcha el programa eMobility Approved Installer, un plan de formación para certificar a los profesionales de la instalación en sus soluciones de movilidad eléctrica.

Tipos de recarga de vehículos eléctricos según dónde se instalen

Pasemos, en primer lugar, a definir los tipos de infraestructuras de recarga por su emplazamiento o implantación (fuente AEDIVE):

  • Recarga vinculada (3,6 kW): es, y posiblemente continuará siendo, la principal vía de recarga (con más del 80 % del total). Es la que se realiza en el domicilio particular, en una plaza de aparcamiento. Se regula por dos normativas: la Ley de Propiedad Horizontal y la Instrucción Técnica Complementario ITC BT-52. Es una instalación que requiere boletín.
    Permite salir con el vehículo cargado cada día y optimiza costes al cargar una electricidad barata que se consume por la noche, cuando el vehículo pasa más tiempo parado. Permite aprovechar asimismo la energía renovable de una instalación de autoconsumo en la vivienda.
  • Recarga de oportunidad (hasta 22 kW): son las estaciones que se encuentran disponibles en edificios terciarios (supermercados, centros comerciales, hoteles, oficinas, etc.). Cada vez está adquiriendo más protagonismo con la implantación de puntos de carga semirrápida en numerosos emplazamientos. Por ejemplo, a nivel normativo, el Real Decreto-ley 29/2021, de 21 de diciembre, que establece la obligación de instalar unas dotaciones mínimas para la carga de vehículos eléctricos en los aparcamientos de más de 20 plazas, ha entrado en vigor el 1 de enero de 2023 (aunque parece que tendrá un periodo de transición reclamado por diversos agentes).
  • Recarga de itinerancia (hasta 50 kW): para todo tipo de vehículos con carga CC o DC (corriente continua), en entornos urbanos y en carreteras y autovías. Se requiere un término de potencia elevado. Normativa aplicable: Real Decreto-ley 23/2020, de 23 de junio, por el que se aprueban medidas en materia de energía.

Tipos de recarga de coches eléctricos en función del tiempo de carga

Las infraestructuras de recarga también se clasifican en función del tiempo de carga que aportan (fuente Creara y Gocleer):

  • Carga lenta o doméstica: La carga lenta, que se suele realizar en horario nocturno, ofrece una duración media de 8 horas. Se efectúa siempre con corriente alterna (CA o AC). Es la habitual en el ámbito residencial o del domicilio propio, también en lugares de trabajo o donde se vaya a permanecer un periodo de tiempo prolongado.
  • Carga semirrápida: puede operar con corriente alterna, tanto monofásica como trifásica. El tiempo necesario para cargar el vehículo completamente oscila entre unas 3 horas (trifásica) y las 4 horas (monofásica). Es una modalidad para efectuar una carga de forma más rápida que con la carga lenta sin necesidad de una instalación trifásica.
    Se emplea normalmente en supermercados, oficinas, compañías de flotas o que utilizan vehículos de empresa, aparcamientos y centros comerciales.
  • Carga rápida: Este tipo de carga utiliza corriente continua y debe disponer de un conector ChaDeMo o CSS Combo. Aquí es posible trabajar con corriente hasta 400 A. En reglas generales, la carga rápida demanda 50 kW, por lo que la recarga eléctrica se puede realizar la carga del coche eléctrico en algo más de  media hora.
  • Carga superrápida: Este tipo de carga demanda el doble de potencia que la carga rápida, lo que supone reducción de tiempo de carga en menos de 30 minutos.
  • Carga ultrarrápida: La carga completa de la batería de un coche eléctrico con la carga ultrarrápida sería de solo 10-15 minutos (mucho menos que con la carga convencional). Se consigue elevando la potencia de recarga, con el aumento del voltaje en los puntos de carga. Mientras que los cargadores convencionales operan con una potencia de 50 kW a un voltaje de 400 V, en los puntos de carga ultra rápida la potencia pasa a ser de 150 kW y la intensidad de la corriente llega a 375 A o más.
Punto de recarga de coches eléctricos  de la gama EVlink de Schneider en una vía pública
Punto de recarga de Schneider Electric, para entornos públicos, de la gama EVlink.

¿Cuánto tarda en cargar un coche eléctrico?

El tiempo que tarda en cargar un coche eléctrico depende de diversos factores, tales como el tipo de cargador, o si la carga es en corriente continua o alterna. Por ejemplo, si el convertidor de CA/CC está integrado en la propia estación de carga, cargar un vehículo eléctrico en corriente continua (CC) puede ser bastante más rápido que con la carga de corriente alterna (CA).

Otros elementos que afectan a la velocidad de carga de un vehículo con la carga de CC incluyen la carga actual de la batería, las condiciones climáticas (las baterías se cargan más lentamente en el frío), las capacidades de carga de la batería y la potencia de salida.

Asimismo, debido a las medidas para aumentar la vida útil de la batería y garantizar una carga segura, la carga se ralentiza de manera significativa en el 20 por ciento final.

Punto de carga de vehículos eléctricos de Schneider Electric en una vía pública
Cargador de vehículo eléctrico de Schneider Electric diseñado para el sector público

Carga bidireccional, vehículo eléctrico y autoconsumo

Es muy importante subrayar que existe una estrecha relación entre la movilidad sin emisiones y la generación de energía en la propia vivienda o edificio. El vehículo eléctrico no es solo movilidad sostenible, también implica un beneficio en cuanto a eficiencia energética y, en un futuro cada vez más próximo, estará asociado a la entrega de electricidad del propio vehículo al edificio, en lo que se denomina tecnología de carga bidireccional V2G (vehicle to grid).

En el futuro cobrará mucho valor la posibilidad de recargar el vehículo eléctrico en horas favorables de coste eléctrico, utilizar el vehículo para los desplazamientos requeridos y verter la electricidad sobrante con la que se llegue a destino para su uso en edificios o viviendas en horas en las que resulta además interesante aplanar la curva de demanda energética.

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