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El instalador tradicional deja paso a un nuevo rol: asesor e integrador

La profesión de instalador está experimentando cambios importantes y una especie de mutación para adaptarse a estos tiempos cambiantes y a los desafíos de futuro que ya se vislumbran por el creciente protagonismo de las nuevas tecnologías, Internet y los dispositivos móviles, entre otros ámbitos. Hablamos con varios representantes de asociaciones de empresarios instaladores para que aporten su punto de vista y su visión del colectivo.

Andrés Gálvez, secretario general de APEME (Asociación Provincial de Empresarios de Montajes Eléctricos y Telecomunicaciones de Alicante), expone: “Que la profesión de instalador está cambiando es una realidad, pero no por iniciativa de éste que mantiene una inercia de tiempos pasados, sino por la imposición que le están haciendo sus clientes y que le obliga a cambiar o a poner en grave riesgo su negocio”. Las nuevas tecnologías, normativas o el intrusismo son, junto a otros, los que están influyendo en el nuevo modelo de negocio al que han de adaptarse los instaladores.

Por su parte, Ibon Urretavizcaya, presidente de INSTAGI (Asociación Empresarial de Instaladores y Mantenedores de Gipuzkoa), considera que el hecho que quizás más está influyendo en la profesión sea “la incertidumbre, la carga de trabajo es muy voluble y llena de altibajos”. Por ello, “la eficiencia para gestionar el día a día, reduciendo los procedimientos a la mínima expresión, sin perder la trazabilidad de todos los trabajos en curso y poder hacerlo desde fuera de la oficina, permite ofrecer los servicios al máximo número de clientes”. En su opinión, hoy en día, “el profesional es un instalador, mantenedor, asesor, integrador y, sobre todo, debe serlo ‘de confianza’”.

Desde su óptica, Manuel Cosano, presidente de EPYME (Asociación Provincial de Empresas Instaladores de Sevilla), sostiene que, “por un lado, estamos asistiendo a la desaparición del instalador tradicional motivado por dos razones principales: la desaparición de la obra nueva y la alta competencia desleal e intrusismo en el campo de las instalaciones/reparaciones en viviendas (…). Hemos marcado una estrategia del instalador como asesor energético de su cliente a medio plazo, y a largo plazo otra figura aún menos conocida, la del integrador de instalaciones”.

Ángel Bonet, presidente de APIEM (Asociación Profesional de Empresarios de Instalaciones Eléctricas y Telecomunicaciones de Madrid), también recoge ese concepto de asesor e integrador. Comenta que “el sector se está transformando para adaptarse a nuevas realidades profesionales”, sobre todo en lo que tiene que ver con las nuevas tecnologías y la comunicación digital.

Con un parecer similar, Daniel Carrasco, director del Gremi d’Instal·ladors de Barcelona, señalas que las actividades del instalador, tal y como se vienen conociendo desde siempre, “están dando un giro de 180 grados; en estos momentos, la profesión está siendo sometida a cambios forzados no sólo debidos a las nuevas especialidades o tecnologías que surgen, sino también a los nuevos hábitos de consumo de las personas a la hora de escoger a un instalador”.

Puede ver el reportaje completo en el número 26 de Cuadernos de Material Eléctrico. También se puede leer en el ordenador, o descargar en el smartphone o tablet, pulsando aquí.

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