Eduardo Collado, director técnico de la patronal fotovoltaica (UNEF), explica la situación insostenible en que se encuentra el sector de la energía solar fotovoltaica, castigado nuevamente con la normativa que el Gobierno ha aprobado recientemente.
Las últimas medidas legislativas aprobadas por el Gobierno
español han sido tremendamente restrictivas con el sector de las renovables, en
general, y con la solar fotovoltaica, en particular. Para ofrecer más detalles
sobre la situación en que se mueve el ámbito de la generación y las
instalaciones fotovoltaicas, hablamos con Eduardo Collado, director técnico de
UNEF (Unión Española Fotovoltaica).
Con las medidas que
introduce el reciente Real Decreto-Ley 9/2013, las asociaciones del sector
hablan de “expropiación encubierta”; ¿en qué consiste exactamente esa
expropiación encubierta?, ¿qué pérdidas económicas supondría para el sector?,
¿en qué situación queda ahora la industria fotovoltaica tras los recortes de
los últimos años?
La expropiación encubierta se producirá porque, a fuerza de
acumular recortes, los actuales propietarios de las instalaciones no pueden
cubrir el servicio de la deuda y tendrán que entregar sus instalaciones a las
entidades financieras, junto con las garantías que respaldaban los créditos
originales. En la actualidad los recortes a la retribución llegan hasta el 40%
y ya hay muchas instalaciones insolventes. La reforma eléctrica supone un nuevo
recorte que es imposible de soportar por el sector. Afrontamos su práctica
desaparición en España, ya sea por inanición o por deslocalización de la gran
mayoría de las empresas.
El citado Real Decreto-Ley 9/13 introduce el concepto
de “rentabilidad razonable”; ¿qué supone esa rentabilidad razonable y
en base a qué criterios?
Pues no lo sabemos. El Gobierno ha anunciado que esa
rentabilidad razonable para “una empresa eficiente y bien gestionada” será del
7,5% para toda la vida útil de una instalación, pero la realidad es que no
sabemos en qué consiste una empresa eficiente y bien gestionada y que, al
aplicarles los impuestos, en el mejor de los casos se quedará en el entorno del
5%. Además, dependerá de unos costes estándares de inversión que tiene que
definir el Gobierno y que estarán lejos de la realidad, porque sólo tendrán en
cuenta los costes de instalación originales, sin atender a la dinámica del
mercado generada desde el momento en que se hizo la instalación (las compras y
ventas en función de la regulación vigente en cada momento) y con la intención
de recortar 1.500 millones de euros a las energías renovables y la
cogeneración.
Entrevista completa en el número 3 de Cuadernos de Material Eléctrico.
