Conversamos con Luis Collado López, presidente de AECIM (Asociación de Empresas del Comercio e Industria del Metal de Madrid) y miembro de la junta directiva de ADIME, que desgrana el impacto del aumento del precio de las materias primas y la factura eléctrica en el sector, así como otros aspectos como el empeoramiento de la morosidad para toda la cadena de valor.
El incremento del precio de la energía, que está registrando nuevos récords casi diariamente, es el punto de partida para hablar con Luis Collado, presidente de AECIM (Asociación de Empresas del Comercio e Industria del Metal de Madrid), ya que en diversos medios ha señalado que esta causa podría implicar un verdadero riesgo de deslocalización o de cierre de empresas. Collado nos detalla el impacto de esta tendencia en el sector de material eléctrico, donde, en concreto, la distribución profesional no verá el cierre de empresas por este motivo.
No obstante, “sí que tendrá un impacto en la cuenta de resultados, sin pasar de ahí; no somos, en general, grandes consumidores de energía; pero sí afectará a los pequeños comercios, ferreterías, tiendas de electricidad y pequeños instaladores, que son parte de nuestro sector de material eléctrico”.
Por otra parte, “al hablar de posibles cierres o deslocalizaciones, me estaba refiriendo a otros subsectores del metal, como la automoción, la transformación de los metales, fundiciones, estampadores, recubrimientos que compiten globalmente con otras empresas de países vecinos, donde, por parte de sus Administraciones, se ha hecho frente al alza de precios de la energía de manera más adecuada para la competitividad de sus empresas o para la economía de los hogares, caso de Francia o Portugal, por hablar de los países limítrofes con España”.
Previsibles cierres de empresas instaladoras en 2022
En este contexto, Luis Collado, que también es miembro de la junta directiva de ADIME (Asociación Nacional de Distribuidores de Material Eléctrico) y director general de la firma Covama Eléctrica, pone el acento en otra tendencia preocupante: el aumento del precio de las materias primas. “En este punto sí que tenemos una afectación muy importante: por un lado, la escasez de determinados materiales que está perjudicando el desarrollo de las obras en marcha a la velocidad prevista, con lo que supone una pérdida de volumen de negocio para todos los intervinientes –fabricantes, instaladores y distribuidores–”.
Por otro lado, resalta Collado, “el incremento de precios constante está perjudicando sobremanera a los instaladores que tienen obra contratada con precios de finales 2020 y principios del 2021, y la tienen que ejecutar con precios de hoy”; esto es, con los márgenes que trabajan, con el IVA en manos de la Agencia Tributaria, con la retención dineraria por parte de las constructoras, con los plazos de pago a los que se ven obligados, con la subida del SMI (Salario Mínimo Interprofesional), con los créditos cerrados por los bancos…. Todo ello está preparando “un cóctel perfecto de pérdidas y previsibles cierres de empresas instaladoras a partir de primeros de año. Debemos estar a su lado para paliar en la medida de lo posible este escenario, y asimismo la Administración debe preparar ayudas para ello, es su obligación”.
Como empresario de la distribución, Luis Collado declara que a los distribuidores estas alzas de precios también les han afectado, “pero no en la misma medida, pues nuestros compromisos son más a corto plazo; sin embargo, no se nos debe de escapar que mantener los mismos niveles de stock, como garantía de servicio, nos está costando más dinero, con el esfuerzo de tesorería que ello supone”.
Luis Collado pone de relieve que los problemas y los costes en el transporte y aprovisionamiento de productos representa un problema, en especial por los productos fabricados en Asia.
Los costes del transporte
Respecto a los costes del transporte, que también están experimentando una evolución en ascenso, el presidente de AECIM matiza que hay que diferenciar dos casos distintos, también marcados por la deslocalización. Por una parte, los productos fabricados en la Unión Europea, con menos problemas, donde el transporte tiene un menor impacto.
Por otra parte, los productos fabricados, fundamentalmente, en Oriente y distribuidos en España, donde sí que se están registrando muchos más problemas; y donde el transporte internacional se vio afectado incluso por incidente en el Canal o Estrecho de Suez, “que se hizo más estrecho” (al encallar el barco Ever Given), los precios del transporte en los contenedores y la disponibilidad de los mismos…, todo con un impacto “muy importante en plazos y precios”.
En este sentido, Luis Collado lo expone claramente. “Moraleja: Tenemos que relocalizar la industria en Europa“.
¿El incremento en la factura eléctrica supondrá en el medio plazo una bajada en el grado de competitividad de las empresas españolas respecto a otros países? “Sin duda, desgraciadamente lo veremos; esta elevación de los costes de producción afectará a las inversiones, así como el intervencionismo del Gobierno en los beneficios de compañías privadas como las eléctricas”.
Collado añade, en esta línea que, en cuanto a la decisión de las multinacionales de hacia qué países derivan las nuevas inversiones, “lógicamente, decidirán factores productivos, seguridad jurídica y de rentabilidad, y estos costes energéticos penalizan a las ubicadas en España”.
La morosidad, peor que en 2010
“Ojala pudiéramos hacer algo en este campo”, para mitigar el aumento del precio de la electricidad, expresa Luis Collado. “Como sabéis, es una parcela de la economía muy regulada entre Gobierno y compañías eléctricas”; los diferentes gobiernos que han transitado son los que han elaborado y conformado esta situación tarifaria y el impacto derivado por la volatilidad de los costes en materias primas, gas, petróleo, etc.
“Lo máximo desde nuestra atalaya es fomentar la instalación de autoconsumo en industrias, terciario y residencial”, añade el directivo, representante también de la patronal de distribución ADIME.
Por último, Luis Collado no quiere dejar pasar la grave situación que están viviendo todas las pymes y autónomos en el país por la previsible evolución a peor de la morosidad. “Estamos trabajando para que, de una vez por todas, desaparezca esta lacra de nuestro sistema económico; llevamos más de diez años con la última reforma de la Ley contra la Morosidad y estamos peor que en 2010: pagamos antes y cobramos más tarde, al menos todos los servicios, instaladores y suministradores para la construcción”, subraya.
A este respecto, anuncia que mañana, 23 de septiembre, Gerardo Cuerva, presidente de CEPYME, presentará en la sede de la CEOE la actualización y fortalecimiento del Observatorio de la Morosidad, así como la Comisión de la Morosidad. Luis Collado ha sido nombrado presidente de esta Comisión, con el objetivo de, bajo el paraguas de esta organización, intervenir en el desarrollo del Reglamento Sancionador y en la aplicación de la citada Ley. “Confío en el apoyo de todos los afectados por uno u otro motivo para conseguir una solución definitiva a este problema”.
