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Los servicios de emergencia, en el centro comercial en el que explotó el cuadro eléctrico.
Los servicios de emergencia, en el centro comercial en el que explotó el cuadro eléctrico.

Ecos de la explosión del cuadro eléctrico: “Mientras haya accidentes, hay mucho que hacer”

Por Pablo García
APIEM y ASEPAL apuntan a la formación de los profesionales como la principal herramienta de prevención, a la espera de la norma IEC 62819, que se encuentra en desarrollo, y que busca proteger la zona de la cara frente a los riesgos térmicos derivados de un cortocircuito.

La explosión de un cuadro eléctrico en un centro comercial de Fuenlabrada, que produjo heridas graves a dos instaladores que realizaban labores de mantenimiento, ha devuelto al primer plano de la actualidad informativa el debate sobre la concienciación de los riesgos eléctricos por parte de ciudadanos y profesionales.

Llama la atención comprobar como, en líneas generales, el gas despierta muchos más recelos en la sociedad que la electricidad, cuando esta última es indetectable a través de los sentidos, ya que ni siquiera se manifiesta a través del olfato.

Tras el citado suceso, este medio se ha puesto en contacto con APIEM, entidad que lamenta “profundamente” lo ocurrido y recuerda que las revisiones de instalaciones eléctricas deben ser realizadas por “profesionales habilitados para ello“, porque representan “un seguro de vida”.

La importancia de la formación

“Los profesionales habilitados para manipular y revisar las instalaciones eléctricas cuentan con formación suficiente en materia de prevención de riesgos laborales para poder hacer intervenciones, aunque, desgraciadamente, la electricidad no es una ciencia exenta de peligro, por lo que en ocasiones ocurren circunstancias que no se pueden prever ni controlar”, explican desde la asociación madrileña.

En este sentido, la organización subraya que continúa trabajando en el desarrollo de campañas de concienciación sobre la importancia de realizar revisiones eléctricas periódicas y que estas sean siempre ejecutadas por profesionales habilitados para este cometido. 

Asepal, por su parte, alertó en una jornada celebrada en diciembre de 2019 de la falta de atención ante el riesgo eléctrico. Desde el área de Material Eléctrico de ‘C de Comunicación‘ hemos contactado, también, con Luis Gil, secretario general de la organización, para conocer si la situación ha cambiado en el último año.

Gil señala que no han percibido ninguna variación reseñable en este ámbito: “No hemos detectado ninguna iniciativa específica de la patronal y los sindicatos” y añade “consideramos que es una cuestión de mejora continua en la que hay que seguir trabajando. Mientras siga habiendo accidentes, hay mucho trabajo por hacer”, concluye.

El secretario general de la Asociación de Empresas de Equipos de Protección Individual agrega, al mismo tiempo, que, desde su experiencia, el compromiso de las eléctricas con la seguridad es “alto” e insiste que “tan importante o más que establecer medidas y contar con equipos de protección es el aspecto de la formación”.

¿Qué ocurre con la Norma IEC 62819?

“Se trata de una normativa que se lleva fraguando desde el año 2006 o 2007 -apuntan desde ASEPAL-, aunque realmente se ha empezado a poner el foco en ella en los últimos años”, aclaran.

La norma, desarrollada por la Comisión Electrotécnica Internacional (IEC, por sus siglas en inglés), busca establecer una serie de criterios para mejorar la protección de la cara frente a los riesgos térmicos derivados del arco eléctrico.

Y es que, tal y como ocurrió en el suceso de Fuenlabrada, la cara suele ser una de las partes del cuerpo más afectada por quemaduras ante este tipo de incidentes. Por el momento, habrá que esperar para que la norma vea la luz, ya que es un tema complejo que requiere un análisis exhaustivo.

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