Pequeñas comercializadoras de electricidad están aprovechando lagunas de la normativa para actuar irregularmente y no cumplir con la obligación de comprar la energía suficiente para suministrar a los consumidores.
Las últimas multas impuestas por la CNMC a las comercializadoras de electricidad han desatado las alarmas: a mediados de abril se sancionó a Comercial Eólica Suministro de Energía, S.L.U., con 680.000 euros, y a Electro Soporte Comercial y Gestión, S.L.U., con 1,3 millones de euros, así como las más recientes y de menor cuantía la semana pasada a Distribuidora Elèctrica D´Albatàrrec, S.L., Herederos De García Baz, S.L. y Electra la Honorina S.L.
Lo que se ha desvelado, y ya publicado por varios medios, es que pequeñas comercializadoras de electricidad, que necesitan capitales mínimos para su constitución, han originado un fraude estimado en 200 millones de euros por diversas fuentes. Estas empresas habrían incumplido la normativa eléctrica que obliga a cualquier comercializadora a “comprar la energía suficiente para suministrar a sus clientes, para lo cual, deben aportar las garantías que se establezcan”. Es decir, no compran la cantidad de energía necesaria en el pool mayorista de electricidad para realizar sus actividades de suministro eléctrico a los consumidores.
Se considera que la normativa vigente no protege lo suficiente frente a estas prácticas ya que no está preparada para actores como las nuevas comercializadoras, dejando resquicios por los que se cuelan estas conductas irregulares.
Es un fraude retardado porque la detección de las anomalías o prácticas incorrectas se produce al cabo de varios meses, ya que cuando REE aprecia alguna irregularidad se lo comunica a la CNMC para abrir una investigación; el procedimiento se puede alargar incluso más de un año.
Se puede ampliar esta noticia en Cinco Días, Bez Diario y El Economista.
