La compañía ha desvelado los seis vectores de crecimiento que se ha propuesto y destaca la importancia clave de invertir en las personas que forman la plantilla del grupo.
Hager Group ha
desvelado sus ambiciosos planes en su informe anual, publicado recientemente,
donde establece dos objetivos fundamentales en el futuro de la compañía:
incrementar la facturación hasta 3.000 millones de euros en los próximos años
(en el último ejercicio tuvo unos ingresos de 1.600 millones) y aumentar el
capital humano de 11.400 a 20.000 trabajadores.
Estas metas, definidas en el informe titulado “El
futuro empieza ahora”, se conseguirán gracias a seis vectores de crecimiento: ampliar el área de influencia,
expandiendo su actual presencia en mercados en rápido desarrollo como China;
asegurar que todos los empleados comparten un lenguaje común transversalmente
en todo el Grupo; potenciar sinergias mediante nuevos proyectos
transfronterizos; invertir en las personas, para ayudarles a desarrollar las
competencias necesarias; fomentar habilidades de liderazgo incrementando su
autonomía y con voluntad de asumir responsabilidades sociales; y entender mejor
y dar respuesta a las necesidades de los clientes desarrollando, por ejemplo,
nuevos modelos de venta que les aporten cada vez mayor valor añadido.
Hager Group mantiene la convicción de que su personal es la
clave para el éxito empresarial y su crecimiento se producirá únicamente con el
apoyo incondicional de sus empleados. El informe muestra experiencias de
algunos trabajadores de diferentes áreas de negocio para ilustrar estos
vectores de crecimiento.
En este sentido, Lluís
Garriga, director general de Hager España, ha comentado que “este
informe anual transmite los retos que le esperan al Grupo y a la profesión.
Anticipándolo cada año hace el gran trabajo de alinear a miles de empleados en
todo el mundo”.
Hager es una empresa familiar fundada en 1955 por Peter
Hager y sus hijos Hermann y Oswald Hager. Actualmente, sigue gestionada por la
familia, ya en su tercera generación, de la mano de Daniel Hager.
