A partir del 1 de septiembre estos productos dejarán de comercializarse, si bien los consumidores podrán comprar los que queden en stock en las tiendas. El resto de lámparas halógenas se podrán seguir vendiendo hasta el año 2018.
Los focos halógenos dejarán de comercializarse a partir del 1 de septiembre de 2016 en cumplimiento de la normativa europea debido a que son productos menos eficientes, si bien los consumidores podrán encontrar y comprar los que queden en stock en las tiendas. El objetivo es que el ciudadano opte por soluciones más eficientes y sostenibles, como la tecnología Led, como señalan desde la OCU.
De todas formas, no toda la tecnología halógena se jubila, ya que las bombillas halógenas (las que no son focos) podrán seguir vendiéndose hasta el año 2018. Lighting Europe, organización de la que es miembro Anfalum (Asociación Española de Fabricantes de Iluminación), negoció esta moratoria con la Comisión Europea para al resto de lámparas halógenas.
Según datos de los principales fabricantes adheridos a Anfalum, el porcentaje sobre las ventas totales de lámparas que suponen las halógenas no llegan a un 10% del mercado.
Alfredo Berges, director general de Anfalum, ha comentado que “es importante tener en cuenta que estos stocks no son eternos”, y que tanto los almacenistas y grandes superficies han de valorar que el fin último de esta normativa no es otro que introducir progresivamente en el mercado las nuevas tecnologías de iluminación, “dejando atrás las menos eficientes”.
Esta eliminación de las soluciones de alumbrado más ineficientes responde a un calendario marcado por la Unión Europea, que comenzó con la supresión de las lámparas incandescentes entre los años 2009 y 2012.
